En esta sesión continuaremos con la temática en la cual son los oyentes del programa quienes gobiernan y timonean la sesión a través de sus sugerencias de temas o intérpretes. En algunos casos la sugerencia es específica, es decir se solicita el tema y el intérprete, en otros casos los oyentes sugieren solamente el intérprete y me dejan a mí la difícil tarea de elegir el tema…lo cual lo hago con absoluto gusto y placer. En esta sesión, no ingresaron (todavía) la totalidad de temas sugeridos, razón por la cual en el siguiente programa continuaremos con esta dinámica.
Time On My Hands – Chet Baker/Bill Evans
Desafinado – Keith Jarrett
Sweet And Lovely – Keith Jarrett
Overjoyed – Kurt Elling
Youngblood – Elvin Jones
Devil My Care – Diana Krall
One Note Samba – The Modern Jazz Quartet/Laurindo Almeida
Para la sesión de hoy quiero compartir con ustedes un programa que tendrá como eje central la música de una de las compositoras e intérpretes fundamentales del siglo XX, quien me dio mucha alegría el pasado domingo 24 de julio, cuando la vi actuar en vivo, ante la sorpresa de todos, en el festival “Newport Folk Festival” en Rhode Island.
Esta maestra no daba un concierto propiamente dicho desde el año 2000, por lo que se trató de un momento histórico. En el concierto, ella permaneció sentada en un elegante sillón, acompañada por una escuadra de músicos, que interpretaron trece de sus más reconocidas composiciones. El público, al verla, entre sorprendido y emocionado, no pudo evitar que los ojos se les llenen de lágrimas, no solamente por su retorno a la música, sino por sobre todo, su retorno a la vida, ya que, sus apariciones públicas se truncaron en el año 2015 cuando sufrió un aneurisma cerebral que la dejó temporalmente incapacitada para hablar y caminar y cuyas secuelas necesitaron una extensa terapia física.
In France They Kiss on Main Street – Joni Mitchell
Goodbye Pork Pie Hat – Joni Mitchell
The Dry Cleaner from Des Moines – Joni Mitchell
Black Crow – Joni Mitchell
Free Man in Paris – Joni Mitchell
God Must Be a Boogie Man – Joni Mitchell
Tea Leaf Prophecy – Herbie Hancock/Joni Mitchell
River – Herbie Hancock/Joni Mitchell
The Jungle Line – Herbie Hancock/Leonard Cohen
Edith And The Kingpin – Herbie Hancock/Tina Turner
Amelia – Herbie Hancock/Luciana Souza
Both Sides Now – Herbie Hancock/Brittany Howard
All I Want – Keith Jarrett
The Dry Cleaner from Des Moines – Cassandra Wilson
Este mes de julio, es el mes aniversario de la quinta disminuida, y, como ya es una tradición, son ustedes los que sugieren y seleccionan la música. Ya hemos tenido dos programas con esa característica, y la sesión de hoy será la tercera y ultima en ese formato, completando todas sus sugerencias. Muchas gracias por su compañía, pónganse cómodos para disfrutar de este tercer programa de aniversario.
Para la sesión de hoy quiero compartir con ustedes la magia de uno de los más importantes músicos de jazz de la segunda mitad del siglo XX y de estas dos primeras décadas del siglo XXI. Un maestro que tiene 75 años cumplidos y que está atravesando por un momento muy complicado en su vida. Un músico completo en todo el sentido de la palabra, A la edad de tres años comenzó con sus lecciones de música y gracias a su gran capacidad de aprendizaje compuso sus primeras obras a la edad de seis años. A los siete ya comenzó a dar conciertos. Se graduó del Berklee College of Music a los 16 años y a los 19 años entró a formar parte de la conocida banda “The Jazz Messengers”. Pero él es más que un niño prodigio y un virtuoso de su instrumento. En su biografía, el músico y crítico Ian Carr define dos clases de trayectorias en el mundo del jazz: están, por un lado, los músicos como Bix Beiderbecke, Charlie Parker o Clifford Brown, vidas que se consumen rápidamente al ritmo de una contribución incandescente; y músicos como Duke Ellington o Miles Davis, por el otro, que despliegan su carrera lentamente en un proceso con varias facetas. Ian Carr llega a la conclusión de que la trayectoria del músico que hoy será el protagonista de nuestra sesión tiene la intensidad del primer grupo y la durabilidad del segundo.
Hoy en la sesión de la quinta disminuida estaremos con la música de Keith Jarrett, el maestro del piano que posiblemente no volverá a tocar el piano nunca más en su vida.
En la historia del jazz hay obras que son géneros en sí mismas, monumentos que van más allá de la misma música para convertirse en arquitecturas propias e intemporales. “Kind Of Blue” de Miles Davis o “A Love Supreme” de John Coltrane son dos ejemplos que vienen a la memoria de manera instintiva y espontánea, como igualmente aparece de repente “El concierto de Colonia” de Keith Jarrett que el pasado 24 de enero celebró su 44º aniversario. Muchos dicen, y estoy de acuerdo, que se trata de la mejor grabación de piano solo de la historia del jazz, así como también que figura entre los álbumes más vendidos del género. Más allá de ello, lo que Keith Jarrett creo esa noche fue una manera propia, inédita, única y exclusiva de contar el jazz, de fijarle un horizonte expresivo nuevo que sirviera de faro creativo, como sirve, a las futuras generaciones de ‘jazzistas’.
“The Köln Concert” fue un disco de piano solo grabado en vivo en el Teatro de la Opera de Colonia un 24 de enero de 1975. Su impacto en el lenguaje pianístico fue total, como definitivo fue el eco de su influencia en los discursos creativos venideros. Aun hoy su rumor sigue siendo un grito entre los actuales músicos de jazz, impactando directa e incesantemente en el corazón de sus pálpitos artísticos. La intensidad emocional del registro; la alta concentración de músicas y estéticas sonoras convocadas; el caudal torrencial de las improvisaciones liberadas, la audacia de sus construcciones mediante el uso de ostinatos y figuras tímbricas minimalistas; el sentido del tempo y… el silencio… El extraordinario despliegue ético y estético del pianista fue tan abrumador que aun hoy, 40 años después, sigue siendo una imagen donde se miran todos los espejos del jazz. (Pablo Sanz)
No necesito recordarles que la historia del jazz tiene un origen humilde en la clase trabajadora negra, y que se convirtió en el aporte más significativo y la mayor contribución de los Estados Unidos al mundo entero. El jazz tomó forma en la mayoría de las ciudades de América, pero sobre todo en Nueva Orleans que fue un crisol de las culturas, donde la rica mezcla de españoles, franceses, creoles y muchas otras culturas y gente, provocaron un fresco e innovador sonido, una nueva música. A principios del siglo XX uno podía caminar por las calles de famoso barrio de Storyville y escuchar a músicos de la talla de Jelly Roll Morton, King Oliver y por supuesto Louis Armstrong. Con el paso de los años el sonido cambió y viajó del hotjazz, al swing, al bebop, latinjazz y la fusión y experimentos que crearon muchas más etiquetas, pero siempre manteniendo la misma esencia, el jazz se abrió nuevos caminos en la música clásica y en la música oriental permitiendo que viejas canciones suenen siempre frescas y nuevas.
El jazz evoca el poder de la música para construir la paz y reunir a personas de todas las culturas y orígenes. La historia del jazz se asienta en una prodigiosa mezcla de pueblos y culturas, de África, Europa, el Caribe y América. El jazz puso música al valor que impulsó el movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos, y sigue siendo una fuente de inspiración para millones de personas de todo el mundo que buscan la libertad y luchan por el respeto y la dignidad humana.
Esta es la tercera parte de los programas que la quinta disminuida dedicó al día internacional del jazz, en el que los temas que son parte de la sesión fueron elegidos por ustedes, los oyentes y seguidores de esta sesión de jazz.
El jazz ha tenido a lo largo de los años un impacto importante en muchos países, “ha sido la voz de la libertad en el último medio siglo”, manifestaba Herbie Hancock. Desde que fue nombrado embajador de Buena Voluntad de la Unesco en 2011, el compositor norteamericano no claudicó en su empeño de festejar en grande al género y su propuesta contó con el apoyo de los 195 miembros de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Desde sus raíces en la esclavitud, esta música ha enriquecido una voz apasionada contra todas las formas de opresión, con el lenguaje de la libertad, tan significativa para todas las culturas. El jazz a lo largo de los años ha cruzado fronteras con su lenguaje de libertad, y ha sido una fuerza de transformación social positiva.
El jazz refleja la diversidad del mundo, es una música de creatividad ilimitada. Combina composición e improvisación y se renueva cada vez que se interpreta.
Este programa es el segundo de los tres programas que la quinta disminuida dedicó a este día con los temas que sugirieron varios oyentes y seguidores del programa.
Muchas veces escucho a algunas personas comentar que el jazz es una música difícil de escuchar, es muy sofisticada, muy compleja y hasta manifiestan que es muy pesada. Seguro que en algunos casos tienen razón, depende de lo que escuchen y cuan habituados están a escuchar jazz. Hace poco tiempo se publicó un hermoso libro titulado cómo escuchar jazz escrito magistralmente por Ted Gioia que es uno de los mayores conocedores de la historia del jazz. El libro es un breve manual, pero útil y ameno, en el que Gioia recorre la historia de este género a través de sus autores, temas, sesiones de grabación y principales hitos. Una obra recomendable para quienes se acercan al jazz por primera vez, pero también para los que ya disfrutan de este género musical. Un próximo programa compartiré con ustedes varios capítulos de ese libro, pero para este, y a manera de preparación, hoy quiero contarles mi experiencia personal de cómo descubrí y me zambullí en las aguas del jazz. Para ello utilizaré algunas reseñas de ese libro, pero por sobre todo…me confesaré con ustedes de cuál fue mi camino hacia el jazz.
Desde mi punto de vista, es muy difícil entrar al jazz directamente. ¿A qué me refiero con directamente? A querer escuchar “de golpe” a Charlie Parker, Thelonious Monk, Miles Davis o cualquiera de los grandes maestros del jazz. Llegar a las orillas del jazz debe ser un proceso natural, pero dialéctico. Haciendo una analogía con las matemáticas, si uno quiere calcular la raíz cuadrada de un número primero deberá saber multiplicar y antes de ello saber sumar, y no es que una cosa sea más importante que la otra, todas son importantes entenderlas, y en la música disfrutarlas.
This Masquerade – George Benson
Mediterranean Sundance – Al Di Meola/Paco De Lucia
Vision is a Naked Sword – The Mahavishnu Orchestra
I Declare – Milton Buckner
A Child Is Born – Richard Davis
Falling Alice – Chick Corea
Bass Face – Bill Evans
I´ll Never See Your Smile Again – Bob James/Earl Klugh
Según ustedes. ¿El corazón tiene alguna relación con los sentimientos? ¿O es el cerebro el que rige todas nuestras sensaciones? Es conocida la frase “debes decidir con la cabeza y no con el corazón” pero también están las frases que involucran directamente a este órgano como: “cuanto ronden dudas en tu vida debes escuchar a tu corazón”.
“Los sentimientos no se generan en el corazón, sino en el cerebro”. Así de tajantes se muestran los expertos en neurociencia al explicar la esencia del amor, un sentimiento universal, profundo y contradictorio.
En este programa escucharemos temas relacionados al corazón que músicos de jazz interpretan con una altísima sensibilidad. La respuesta si los sentimientos se originan en el cerebro o en el corazón se las dejo a ustedes.
My Foolish Heart – Bill Evans
Coração Vagabundo – Caetano Veloso/Gal Costa
Feelings Of The Heart – Paquito D’ Rivera
Easy On The Heart – Charlie Haden
Paint My Heart Red – Keith Jarrett
How Can You Mend a Broken Heart – Diana Krall
Young At Heart – Tony Williams Trio
Para Machucar Meu Coração – Stan Getz/Joao Gilberto
Estas en mi Corazón – Chucho Valdes
My Spanish Heart – Chick Corea
My Heart Tells Me (Should I Believe My Heart) – Charlie Parker
Esoka (Trust Your Heart) – Richard Bona
I Let a Song Go Out of My Heart – Dizzy Gillespie/Stan Getz
El pasado 23 de febrero La Quinta Disminuida transmitió su programa número quinientos. Para tal ocasión convoque a través de las redes sociales que los oyentes del programa sean quienes elijan los temas que desearían escuchar, producto de lo cual llegaron varias sugerencias que hoy comparto con ustedes. Una aclaración: debido a la cantidad de sugerencias que recibí tuve que hacer dos programas, este que comparto hoy con ustedes, y el próximo que en un par de días lo subiré al blog para de esta forma abarcar la totalidad de sus temas.
El viaje musical que se estableció en base a las sugerencias fue amplio, diverso y variado que estoy seguro que será del agrado de todos.
Gracias por acompañarme en todo este caminar dedicado al jazz.
Bubba – Larry Coryell/Steve Smith/Tom Coster
Livery Stable Blues Original – Dixieland Jazz Band