Para la sesión de hoy he preparado un programa muy pintoresco producto del lanzamiento de un disco que salió al mercado el pasado 21 de septiembre de 2018. Es un álbum del pianista, trompetista, compositor, arreglista y productor Randy Waldman, una de las figuras más respetadas en la industria de la música. En sus cuatro décadas de trayectoria artística ha trabajado con leyendas del jazz y el pop como Frank Sinatra, Michael Jackson, Paul McCartney, Patti LaBelle, Billy Joel, Celine Dion, Beyoncé, Madonna, Whitney Houston, Josh Groban, Ray Charles, Michael Bublé, Quincy Jones, Stevie Wonder, Johnny Mathis, Andrea Bocelli, Lou Rawls, Paul Anka, Seal y Olivia Newton-John, entre muchos otros. Además, ha sido pianista y director musical de la cantante Barbara Streisand por más de treinta años y acompañó al guitarrista George Benson como pianista, director y arreglista durante casi una década.
Lo pintoresco de este álbum es que está dedicado a los Superheroes, a algunos de los más conocidos, ya sea por sus series en televisión o por sus películas. Batman, Superman, X Men y otros. Y para que ustedes tengan un recuerdo fresco de los temas de estas series o películas, antes de escuchar cada uno de los temas de este álbum escucharemos un pequeño avance (de alrededor de un minuto) de las versiones originales.
Desde que el hombre concibiera a la Poesía como uno de sus más bellos modos de expresión, tanto oral como escrita, la Naturaleza ha sido siempre una gran fuente de inspiración, y si entre todas las «musas» cabe destacar alguna, sin duda la Luna, ha sido una de las más honradas por los poetas de todos los tiempos y lenguas. Muchos de ustedes recordarán seguramente, estas estrofas de la famosa poesía de Federico García Lorca: «La Luna vino a la fragua con su polizón de nardos, el niño la mira, mira, el niño la está mirando…»
En la música, en todos los géneros y estilos, también está presente a través de maravillosas composiciones, Ludwig Van Beethoven escribió su inspirado Claro de Luna, motivado por el satélite natural de la tierra. Claude Debussy también lo hizo, y seguro que la lista es inmensa. Los músicos de jazz, también se dejaron embrujar por esa maravillosa esfera que nos acompaña todos los días de nuestra vida, su forma, su luz, la contradicción entre su cercanía y su lejanía y su soledad son inspiradoras.
La lista de temas relacionados a la luna es extensa, alcanzaría para dos, tres, cuatro, cinco programas, no sé. Para la sesión de hoy he elegido 21 que espero sean de su agrado.
Blue Moon – Billie Holiday
How High The Moon – Stephane Grappelli
Fly Me To The Moon – Frank Sinatra
The Moon Song – Pat Metheny/Charlie Haden
It’s Only a Paper Moon – Nat King Cole
Moon Dreams – Miles Davis
Old Devil Moon – Chet Baker
What a Little Moonlight Can Do – Benny Goodman
Moonlight In Vermont – Ella Fitzgerald/Louis Armstrong
Era un hombre moderno con fibras de clásico. Un trompetista privilegiado que a los 18 años dejó con la boca abierta a Wynton Marsalis, que después de escucharlo se ofreció para convertirse en su mentor e impartirle clases particulares. Luego jugaría con sus propias iniciales para definir la etiqueta RH Factor, con la que bautizaría a su grupo de funk: una manera de aludir a ese gusto, desde la contemporaneidad, por el jazz de filosofía canónica y, en el mejor sentido del término, antigua. Roy Hargrove murió la noche del viernes 2 de noviembre en Nueva York. Tenía 49 años. Un fallo cardiaco derivado de sus problemas de riñón puso fin a la vida de uno de los grandes trompetistas de la actualidad y un heredero musical y conceptual de Miles Davis.
En esta sesión de la quinta disminuida le rendimos un homenaje póstumo a través de un viaje completo por su discografía.
Confidentiality – Roy Hargrove
What’s New? – Roy Hargrove
Straight No Chaser – Roy Hargrove/Antonio Hart
Milestones – Roy Hargrove
My Shining Hour – Roy Hargrove Quintet
Shade Of Jade – Roy Hargrove/Joe Henderson
The Nearness Of You – Roy Hargrove
Mr. Bruce – Roy Hargrove
Always And Forever – Roy Hargrove
The Sorcerer – Hancock/Brecker/Hargrove
Forget Regret – The RH Factor
Crazy Race – The RH Factor
Trust – Roy Hargrove
I’m Not So Sure – Roy Hargrove
Every Time We Say Goodbye – Roy Hargrove/Roberta Gambarini
En este obituario, quiero compartir con ustedes la música de maestros del jazz que dejaron este mundo en lo que va de octubre de 2017 hasta el 1 de noviembre de 2018, a manera de un homenaje póstumo.
Un homenaje póstumo se realiza con el propósito de rendir respeto a una persona que fue muy querida o admirada y que ya no está entre nosotros, en nuestro caso, el homenaje póstumo trata de recordar a algunos de los músicos que ya no están entre nosotros pero que sembraron hermosas melodías que perduraran para siempre.
Este nuestro viaje musical incluye los siguientes temas e intérpretes:
La música del Brasil –el samba, la bossa nova, el choro, la MPB y otras- siempre ha ejercido una importante influencia en los músicos de jazz convirtiéndose en una fundamental fuente de inspiración para la interpretación de temas clásicos, como también de nuevas composiciones. En este programa escucharemos a grandes maestros del jazz en interpretaciones de temas del gran Antonio Carlos Jobim y también de músicos de la generación posterior como Chico Buarque, Egberto Gismonti, Ivan Lins, Milton Nascimento, Caetano Veloso y Djavan.
Continuando con la celebración de los sesenta años de la Bossa Nova, que presentamos en el mes de septiembre, en el programa que hoy comparto con ustedes, escucharemos diez standards en versiones de músicos norteamericanos o europeos y las alternaremos con la misma versión a cargo de músicos brasileños. Y en la segunda parte, haremos lo inverso, es decir escucharemos temas de la Bossa Nova o de la música popular brasileña (MPB) alternados con la interpretación de este tema a cargo de un músico norteamericano o europeo.
Es importante recordar que en ningún momento mi objetivo fue hacer comparaciones odiosas, sino más bien, poder sentir los diferentes tipos de motivaciones que se ven influenciadas dependiendo la cultura y el propio entorno.
Fly Me To The Moon – Frank Sinatra
Fly Me To The Moon – Djavan
Smile – Tony Bennett
Smile – Djavan
I Fall In Love Too Easily – Shirley Horn
I Fall In Love Too Easily – Gal Costa
All Of Me – Bireli Lagrene
All Of Me (Disse Alguem) – Joao Gilberto/Caetano Veloso
La Bossa Nova surgió oficialmente en 1958 con el lanzamiento del disco Canção do Amor Demais de Elizete Cardoso y con el disco Chega De Saudade de Joao Gilberto.
La Bossa Nova es un samba diferente, “swingado”, un nuevo primo del Samba-canção que era el suceso de los años 50, diferente gracias a la relación con el jazz y su sofisticación armónica (gracias a Tom Jobim) y la batida de la guitarra creada por Joao Gilberto y su forma susurrada de cantar además con las letras de los temas del poeta Vinicius de Moraes.
Pero para tener una idea de esa novedad es fundamental conocer que música era la que sonaba antes de ello, es decir conocer la producción musical del Brasil de aquellos años, si hacemos un viaje imaginario y encendemos una radio del Brasil entre 1930 y 1950 escucharíamos bolero, samba, música caipira, côco, baiao, el rock (que estaba naciendo), orquestas, música de baile, mucha música americana, etc. Sin embargo, con diferentes características y diferentes tipos de influencia la Bossa Nova ya estaba presente de alguna forma en otras obras de artistas desde los años treinta, ya sea en el canto, la temática o la forma de tocar como Mario Reis, uno de los grandes cantantes de la era de oro de la radio que prácticamente “hablaba” al cantar bien diferente de lo que hacían sus pares Francisco Alves y Orlando Silva.
En este programa hacemos un viaje desde los precursores de la Bossa Nova hasta el suceso que significaría la grabación del disco Getz/Gilberto en el año 1963.
Jou, Jou Balangandan – Mário Reis/Mª Clara de Araujo
Copacabana – Dick Farney
Duas Contas – Trío Surdina
Sinfonía Do Rio De Janeiro – Tom Jobim/Billy Blanco
Tereza da Praia – Lucio Alves/Dick Farney
Por causa de Você – Dolorés Durán
Rapaz de Bem – Jhonny Alf
Contigo en la Distancia – Dick Farney Trio
Orfeu Da Conceição (Overture) – Antonio Carlos Jobim
Durante todo este mes de septiembre la quinta disminuida tuvo como eje central de sus programas a una de las músicas más hermosas, más dulces y más melódicas que surgió hace exactamente sesenta años, la Bossa Nova.
Fue en el año 1958. Brasil conquistaba por primera vez el título mundial de fútbol, Juscelino Kubitschek de Oliveira proyectaba Brasilia con las aristas y las curvas modernas de Oscar Niemeyer y João Gilberto tocaba la guitarra de una manera que nunca antes nadie lo había hecho, completamente diferente al del samba tradicional. Hoy, João Gilberto es el único miembro vivo de lo que se conoce como la santísima trinidad de la Bossa Nova que formaba junto al poeta Vinicius de Moraes y al pianista y compositor Antonio Carlos Jobim. Fue en abril de ese año que el guitarrista entró al estudio para grabar “Cançao do amor demais” disco de la cantante Elizeth Cardoso, donde el primer corte de ese álbum, Chega de Saudade, fue el manantial del género que se convirtió en poco tiempo en el mejor legado musical del Brasil al mundo entero, y como no podía ser de otra manera, tenía la característica que engrandece al arte, era una música de mezclas. “Cançao do amor demais” no era un disco estrictamente de Bossa Nova, pero si fue el detonante de lo que vendría inmediatamente después, ya que el año siguiente João Gilberto volvería al estudio, esta vez para un álbum propio, el primero, grabando el que sería el disco “Chega de Saudade” donde el maestro ya no solamente tocaba la guitarra sino que cantaba. No. En realidad no cantaba, susurraba. La armonía de Jobim, la poesía de Vinicius y el dulce susurro de Gilberto que se empastaba con su nueva “batida” de la guitarra, eran los ingredientes perfectos para esa nueva música que se conocería como Bossa Nova.
En el programa de hoy, vamos a escuchar los temas y los intérpretes más representativos de la Bossa Nova. Esto lo hago a manera de que preparemos el oído con los temas de la Bossa en sí. El próximo programa retrocederemos un paso escuchando cuales fueron las semillas para que se produzca el nacimiento de la Bossa, es decir escucharemos a lo que podemos llamar “los precursores”: Dick Farney, Lucio Alves, Dolores Duran, Sylvia Telles, Maysa, Johny Alf, João Donato, Garoto, etc. En cambio en esta sesión escucharemos a “los creadores”, que están divididos, cronológicamente, en dos generaciones. En la primera están Tom Jobim, Vinicius de Moraes, Carlos Lyra, Ronaldo Bôscoli y João Gilberto. En la segunda tenemos a Baden Powell, Roberto Menescal y Nara Leão fundamentalmente. Y también hoy escucharemos a “los descendientes” que serían Toquinho, Chico Buarque, Caetano Veloso, Djavan, Ivan Lins, Leila Pinheiro, Wanda Sá, entre tantos otros.
Insensatez – Antonio Carlos Jobim
Samba em Preludio – Vinicius de Moraes/Odette Lara
Se puede decir que forman una de las parejas mejor consolidadas de lo que podemos denominar el “jazz plural”, ese que no entiende de etiquetas ni geografías y sí, por el contrario, de todas las buenas músicas. Uno es jazzista de los pies a la cabeza y el otro uno de los ciudadanos más ilustres de la gran urbe flamenca. Se trata del pianista dominicano Michel Camilo y el guitarrista “Tomatito”. Ambos formaron a comienzos del año 1999 una de las alianzas artísticas más excitantes y fructíferas de la cultura popular, convocando en su diálogo creativo las excelencias instrumentales y conceptuales de cada uno de sus respectivos lenguajes naturales. Además que son reincidentes en su genoma musical, ya que su primer disco está bautizado como Spain (España), el segundo como Spain Again (nuevamente España) y el tercero Spain Forever (España por siempre). Estos tres discos han situado su romance en los altares del jazz y el flamenco, soñando una nueva caligrafía para la música con sangre latina. Y ahí siguen, bañándose entre dos aguas marcadas por la excelencia musical.
“Hemos roto ese tabú que afirmaba que entre la guitarra y el piano no podía salir nada bueno”, comenta Michel Camilo. Cierto, existía esa reserva ya que se trata de dos instrumentos con demasiado ego y con peligrosas semejanzas tímbricas para la fusión. Pero ellos han sabido sentarlos a dialogar en pos de una de las alianzas más fascinantes que se han dado de la mano del jazz y el flamenco hasta la fecha. A fuerza de labrar un estilo propio, plagado de complicidades y sonoridades ajenas que han logrado hacer comunes. “Cuando empezó a sonar la cosa lo sentíamos agradable, bonito, natural”, añade el pianista. “Hemos jugado toda una buena pasada a quienes negaban la conveniencia de esa unión”.
Un 16 de agosto de 1929, hace 89 años, nació uno de los más grandes pianistas de la historia del jazz. Un hombre que cuando acariciaba las teclas blancas del piano, el mundo se paraba. Dejaba de girar, de latir, de respirar. Las teclas negras volvían a insuflar la vida y el proceso se volvía a poner en marcha dulcemente. Su peculiar cadencia y su inusitada dulzura a la hora de volar sobre las teclas generaron una música que trascendía las notas y sonidos para adentrarse en una dimensión puramente emocional.
Alfonso Cardenal decía que Bill Evans no tocaba el piano, tocaba el alma de los oyentes. Como el resto de aquella brillante camada de músicos, Evans creyó que las drogas lo hacían un músico especial. Como Charlie Parker o como Chet Baker, el pianista se adentró en lo más profundo de las tinieblas para encontrar su duende, para dar con las claves de su instrumento y como Chet y Charlie se dejó la vida en lo que sus amigos calificaron como el suicidio más largo de la historia. Sin embargo, a diferencia de los otros dos genios, Bill aguantó mucho y su música vivió entre altibajos. Brilló en los días buenos y se defendió como pudo en los malos. A su muerte, en 1980, había dejado un inmenso legado de discos y actuaciones. Su mayor aportación, al menos la más reconocida, fue aquel piano seductor del Kind of Blue de Miles Davis, uno de los genios más puros del siglo XX y que siempre reconoció a Bill Evans como una de sus más grandes influencias.
You And The Night And The Music – Bill Evans/Stan Getz
As Time Goes By – Bob Brookmeyer/Bill Evans
Waltz For Debby – Bill Evans/Cannonball Adderley
Gymnopedie – Bill Evans/Herbie Mann
Darn That Dream – Bill Evans/Jim Hall
Let’s Go Back To The Waltz – Shelly Manne/Bill Evans/Monty Budwig