Tras pasar por el Festival de San Sebastián, el pasado viernes 6 de octubre, se estrenó el film “Dispararon al Pianista”, el regreso de Fernando Trueba (“Belle Époque” “Calle 54”) y Javier Mariscal después de la aclamada “Chico y Rita”, ganadora del Goya el Oscar a la Mejor Película de Animación, de la mano de BTeam Pictures. Ya les iré contando a lo largo del programa detalles al respecto. Los temas que sonaran en esta sesión son algunos que son parte de la banda sonora de ese film.
Nebulosa – Tenorio Jr.
Fim de Semana Em El Dorado – Tenorio Jr.
Sambinha – Tenorio Jr.
Embalo – Tenorio Jr.
Se Todos Fossem Iguais a Voce – Vinicius/Creuza/Toquinho
Samadhi – Tenorio Jr.
Clouds – Tenorio Jr.
Canto De Ossanha – Baden Powell/Vinicius de Moraes
En esta sesión comparto con ustedes un programa que tendrá como centro temático a un maravilloso instrumento. Un instrumento acústico que tiene un lugar importante en el jazz, la guitarra acústica. Entendiendo acústica como aquella en la cual la caja de resonancia (y no así un micrófono como en el caso de la eléctrica) es lo que permite amplificar la vibración de las cuerdas.
En esta sesión, tendremos todo tipo de guitarras acústicas, con cuerdas de metal, de nylon, pulsadas con las yemas de los dedos, pulsadas con púa. Guitarristas de todos los estilos de jazz y sus derivaciones.
Escucharemos a guitarristas que usaron la guitarra acústica, no ocasionalmente, sino que en su discografía, o en su carrera musical, le dedicaron un lugar de importancia. Muchos de ellos grabaron discos completos con este instrumento. En la primera hora del programa escucharemos a guitarristas eminentemente acústicos (con algún que otro desliz por la eléctrica) considerados referentes del instrumento. En la segunda hora escucharemos a aquellos que combinan en su carrera tanto a la eléctrica como la acústica, pero que en esta sesión nos acariciaran con esta última. Que disfruten de la sesión.
En la primera Quinta del mes de agosto quiero compartir con ustedes un programa en el que recordaremos a varios músicos que nacieron en este mes del año. Cómo la lista es muy extensa tuve hacer una selección solamente de algunos, pero para tratar de abarcar a la mayor cantidad de ellos, y para complicarme un poco, muchos de los temas que escucharemos hoy, involucran a dos o tres músicos que nacieron en agosto y que tocaron o grabaron juntos.
Agosto es el octavo mes del año en el calendario gregoriano, tiene 31 días. Se le puso este nombre en honor del emperador romano Octavio Augusto (Octavius Augustus). En el antiguo calendario romano, el año comenzaba en marzo y el sexto mes se llamaba sextilis pero, en el año 24 antes de nuestra era, Octavio Augusto decidió darle su nombre y desde entonces sextilis se llamó augustus. Octavio imitaba así al ya fallecido Julio César quien, veintiún años antes, había hecho lo mismo con el quinto mes, hasta entonces llamado quintilis y que con él pasó a llamarse iulius en homenaje a la familia Iulia, a la que pertenecía.
Pero a Octavio le pareció poco dar su nombre a sextilis, porque consideraba que ese mes no tenía la misma gloria iulius, ya que iulius tenía 31 días y augustus, solo 29. Por esa razón, el emperador alteró la duración de varios meses, quitando y poniendo días, hasta lograr que “su” mes tuviera 31 días. Es por eso que aún hoy, dos mil años después, julio y agosto tienen 31 días cada uno.
Los temas y homenajeados que serán parte de esta sesión son los siguientes:
Old Rockin’ Chair – Jack Teagarden/Louis Armstrong
Lady Be Good – Count Basie/Lester Young
Indiana – Benny Carter/Kenny Drew
Bebop – Julio Cortazar/Charlie Parker/Kenny Dorham
Seven Come Eleven – Oscar Peterson/Herb Ellis
Lonely Girl – Bill Evans/Tony Bennett
One By One – Idrees Sulieman/Mal Waldron
You Dont Know What Love Is – Dinah Washington
Reminiscing – Art Farmer/Kenny Drew
I’m Glad There Is You – Duke Pearson/Lex Humphries
Samba Do Aviao – Baden Powell/Airto Moreira
I Must Have That Man – Abbey Lincoln
The Phineas Trane – Pat Martino
Pretty Scared – Charlie Haden/Jack DeJohnnette/Pat Metheny
Crescent – Alice Coltrane/Ravi Coltrane
Condition Red – Wayne Shorter/Terri Lyne Carrington
Durante todo este mes de septiembre la quinta disminuida tuvo como eje central de sus programas a una de las músicas más hermosas, más dulces y más melódicas que surgió hace exactamente sesenta años, la Bossa Nova.
Fue en el año 1958. Brasil conquistaba por primera vez el título mundial de fútbol, Juscelino Kubitschek de Oliveira proyectaba Brasilia con las aristas y las curvas modernas de Oscar Niemeyer y João Gilberto tocaba la guitarra de una manera que nunca antes nadie lo había hecho, completamente diferente al del samba tradicional. Hoy, João Gilberto es el único miembro vivo de lo que se conoce como la santísima trinidad de la Bossa Nova que formaba junto al poeta Vinicius de Moraes y al pianista y compositor Antonio Carlos Jobim. Fue en abril de ese año que el guitarrista entró al estudio para grabar “Cançao do amor demais” disco de la cantante Elizeth Cardoso, donde el primer corte de ese álbum, Chega de Saudade, fue el manantial del género que se convirtió en poco tiempo en el mejor legado musical del Brasil al mundo entero, y como no podía ser de otra manera, tenía la característica que engrandece al arte, era una música de mezclas. “Cançao do amor demais” no era un disco estrictamente de Bossa Nova, pero si fue el detonante de lo que vendría inmediatamente después, ya que el año siguiente João Gilberto volvería al estudio, esta vez para un álbum propio, el primero, grabando el que sería el disco “Chega de Saudade” donde el maestro ya no solamente tocaba la guitarra sino que cantaba. No. En realidad no cantaba, susurraba. La armonía de Jobim, la poesía de Vinicius y el dulce susurro de Gilberto que se empastaba con su nueva “batida” de la guitarra, eran los ingredientes perfectos para esa nueva música que se conocería como Bossa Nova.
En el programa de hoy, vamos a escuchar los temas y los intérpretes más representativos de la Bossa Nova. Esto lo hago a manera de que preparemos el oído con los temas de la Bossa en sí. El próximo programa retrocederemos un paso escuchando cuales fueron las semillas para que se produzca el nacimiento de la Bossa, es decir escucharemos a lo que podemos llamar “los precursores”: Dick Farney, Lucio Alves, Dolores Duran, Sylvia Telles, Maysa, Johny Alf, João Donato, Garoto, etc. En cambio en esta sesión escucharemos a “los creadores”, que están divididos, cronológicamente, en dos generaciones. En la primera están Tom Jobim, Vinicius de Moraes, Carlos Lyra, Ronaldo Bôscoli y João Gilberto. En la segunda tenemos a Baden Powell, Roberto Menescal y Nara Leão fundamentalmente. Y también hoy escucharemos a “los descendientes” que serían Toquinho, Chico Buarque, Caetano Veloso, Djavan, Ivan Lins, Leila Pinheiro, Wanda Sá, entre tantos otros.
Insensatez – Antonio Carlos Jobim
Samba em Preludio – Vinicius de Moraes/Odette Lara
En agosto de 2015 hice un programa dedicado a músicos del mundo del jazz que llegaron o se fueron en este octavo mes del año. Ese programa lo reprisé hace poco y nuevamente lo comparto con ustedes para ir nutriendo paulatinamente los archivos que debido a un problema con el blog se “esfumaron” de la bloggosfera.
Agosto es también el mes de Julio Cortazar, un apasionado y enciclopedista amante de la música en general y del jazz en particular que bajo el nombre de Lucas, se explaya sobre sus pianistas favoritos en este texto:
Larga es la lista como largo el teclado, blancas y negras, marfil y caoba; vida de tonos y semitonos, de pedales fuertes y sordinas. Como el gato sobre el teclado, cursi delicia de los años treinta, el recuerdo apoya un poco al azar y la música salta de aquí y de allá, ayeres remotos y hoyes de esta mañana (tan cierto, porque Lucas escribe mientras un pianista toca para él desde un disco que rechina y burbujea como si le costara vencer cuarenta años, saltar al aire aún no nacido el día en que grabó Blues in Thirds).
Larga es la lista, Jelly Roll Morton y Wilhelm Backhaus, Monique Haas y Arthur Rubinstein, Bud Powell y Dinu Lipati. Las desmesuradas manos de Alexander Brailovsky, las pequeñitas de Clara Haskil, esa manera de escucharse a sí misma de Margarita Fernández, la espléndida irrupción de Friedrich Guida en los hábitos porteños del cuarenta, Walter Gieseking, Georges Arvanitas, el ignorado pianista de un bar de Kampala, don Sebastián Piaña y sus milongas, Maurizio Pollini y Marian McPartland, entre olvidos no perdonables y razones para cerrar una nomenclatura que acabaría en cansancio, Schnabel, Ingrid Haebler, las noches de Solomon, el bar de Ronnie Scott, en Londres, donde alguien que volvía al piano estuvo a punto de volcar un vaso de cerveza en el pelo de la mujer de Lucas, y ese alguien era Thelonious, Thelonious Sphere, Thelonious Sphere Monk.
A la hora de su muerte, si hay tiempo y lucidez, Lucas pedirá escuchar dos cosas, el último quinteto de Mozart y un cierto solo de piano sobre el tema de “I ain’t got nobody”. Si siente que el tiempo no alcanza, pedirá solamente el disco de piano. Larga es la lista, pero él ya ha elegido. Desde el fondo del tiempo, Earl Hines lo acompañará.
Old Rockin’ Chair – Jack Teagarden/Louis Armstrong
Lady Be Good – Count Basie/Lester Young
Indian – Benny Carter/Kenny Drew
Bebop – Julio Cortazar/Charlie Parker/Kenny Dorham
Seven Come Eleven – Oscar Peterson/Herb Ellis
Lonely Girl – Bill Evans/Tony Bennett
One By One – Idrees Sulieman/Mal Waldron
You Dont Know What Love Is – Dinah Washington
Reminiscing – Art Farmer/Kenny Drew
I’m Glad There Is You – Duke Pearson/Lex Humphries
Samba Do Aviao – Baden Powell/Airto Moreira
I Must Have That Man – Abbey Lincoln
The Phineas Trane – Pat Martino
Pretty Scared – Charlie Haden/Jack DeJohnnette/Pat Metheny
Crescent – Alice Coltrane/Ravi Coltrane
Condition Red – Wayne Shorter/Terri Lyne Carrington
La melodía es elemento más importante de la música, es lo que recordamos de la buena música y aun así es muy esquiva. Muchos compositores aseveran que la creación de una melodía viene del fondo del alma y que fluye a través del corazón. De modo que sale de uno sin que necesariamente lo desee, muchas veces es algo inconsciente. La composición en sí es un trabajo inconsciente. Muchos compositores no creen que nadie se concentre en la música y componga, las melodías vienen de un lugar más profundo, vienen del corazón. No es que el corazón componga. El cerebro ve las teclas del piano y entiende como se relacionan, pero la verdadera música viene del corazón.
Hace más de cien años, si uno quería escuchar música necesitaba ir al lugar donde la tocaban y la elección de la música, más bien, la elección de la mezcla, no la hacía uno. Uno escuchaba lo que los músicos decidían tocar. Esto cambió de manera espectacular y definitiva cuando Thomas Alba Edison invento una forma de grabar sonidos de manera que las interpretaciones musicales se podían preservar y escuchar una y otra vez. Este hecho es maravilloso y nos permite disfrutar las veces que queramos cuando una música nos gusta, pero también trajo sus complicaciones al enfrentarnos a una gigantesca variedad de música. Esto se multiplicó además con la facilidad que hoy en día tenemos gracias al internet. Pero, ahí surge la pregunta: ¿Cómo podemos diferenciar lo bueno y lo malo? (obviamente bueno y malo entre comillas y con una fundamental dosis subjetiva y cultural). A George Martin le parece que lo primero que captamos al escuchar una canción es la melodía. Todos tenemos nuestras ideas en cuanto a lo que es una buena canción, un buen tema, pero si nos preguntamos ¿por qué? estaremos en problemas. Si un tema es mejor que otro, sea lo que eso signifique, entonces suele gustarnos y se hace inmortal. Debe haber algo en esa canción que la hace quedarse en la memoria.
Los siguientes temas que he elegido para esta sesión, son algunos en los que, para mi propio sentir, presentan melodías maravillosas que quiero compartir con ustedes.