En la sesión de hoy comparto con ustedes un programa que estaba en el tintero hace algún tiempo atrás y que después de una charla con mi amigo Alvaro Montenegro, tomó impulso y está listo para ser compartido con ustedes. El programa de hoy está relacionado con los instrumentos musicales inusuales, inusuales para el jazz, es decir instrumentos que no son utilizados frecuentemente en los círculos jazzeros. Las razones pueden ser muchas, pero lo cierto es que a estas alturas y después de más de 100 años de vida de esta música, su utilización es bastante limitada (me refiero a que no tienen la presencia de instrumentos como el saxo, el piano y la trompeta por citar solo algunos). Ahora bien, es bueno hacer algunas puntualizaciones al respecto; la primera es que muchos de los músicos que escucharemos en esta sesión se convirtieron en verdaderos apóstoles de estos instrumentos para darles un lugar dentro del mundo del jazz. Y la segunda puntualización está referida a que lo temas que he elegido son muy conocidos, y varios de ellos standards. Por esto la sesión girará alrededor de los instrumentos inusuales en temas usuales…en el jazz.
Es una hermosa película del año 1995 dirigida e interpretada por Clint Eastwood junto a Meryl Streep, Annie Corley, Victor Slezak y Jim Haynie, entre otros. El guion, escrito por Richard LaGravenese, es una adaptación de la novela homónima de Robert James Waller y explora la relación entre Francesca, ama de casa, y Robert Kincaid, fotógrafo.
La película está llena de jazz, sobre todo por la gran pasión que siente por este género musical Clint Eastwood.
Los Puentes de Madison, es uno de los films que mejor refleja lo desgarrador que puede resultar estar sometido a los condicionamientos sociales. La cruda realidad a la que nos enfrentamos por doblegarnos a la represión de lo que realmente queremos, necesitamos o deseamos. A quienes han visto la película este programa los volverá a hacer pasear por este hermoso film. A quienes no la vieron, este programa los inducirá a verla y a disfrutar de las imágenes, la música y las sensaciones que produce a través de la banda sonora que ocupará la primera parte de la sesión:
Doe Eyes – Lennie Niehaus
I´ll Close My Eyes – Dinah Washington
Easy Living – Johnny Hartmann
Blue Gardenia – Dinah Washington
I See Your Face Before Me – Johnny Hartmann
Soft Winds – Dinah Washington
Baby I´m Yours – Barbara Lewis
It´s A Wonderful World – Irene Krall
It Was Almost Like A Song – Johnny Hartmann
This Is Always – Irene Krall
For All We Know – Johnny Hartmann
“Bird”
En la segunda hora del programa, continuaremos con Clint Eastwood pero esta vez en otra de sus grandes películas en las que el jazz se pone de manifiesto, “Bird”.
Muchos años después de la muerte de Charlie Parker, la historia de este genio y su desdichada vida entraron en producción, con Eastwood como productor y director. Aunque el reparto y todos los demás aspectos del proyecto tenían que ser considerado con el mayor cuidado, el problema vital era el de proporcionar música que fuera al mismo tiempo auténtica como grabada con técnicas de última generación. El curso obvio hubiera sido la utilización de algún saxofonista alto cuyo sonido y estilo recordara al de Parker tan cercanamente como fuera posible. Sin embargo, tanto Eastwood como su supervisor musical Lennie Niehaus concordaban en que “cercano” no era suficiente. Sólo Bird podía sonar a Bird. Pero este maestro había muerto más de treinta años antes de la idea de la concepción de la película y todas sus grabaciones fueron realizadas en mono. Aún sus grabaciones de estudio sufrían de limitaciones sonoras. Otras, grabadas en cinta, en equipos primitivos en clubes y casas privadas, eran aún menos utilizables en su condición actual.
Tan cierto como que Charlie Parker representaba un milagro artístico, Lennie Niehaus y sus ingenieros, encabezados por Bobby Fernández, lograron un milagro tecnológico. Usando métodos tan complejos que una explicación detallada tendría que ser dejada a las revistas de audio, retuvieron cada nota de los solos originales de Bird mediante el uso selectivo de “EQing”, filtros de volumen de ruido y otros aparatos, retirando todas las frecuencias indeseables, dejando solamente el sonido de Bird.
Lester Leaps In – Charlie Parker
I Can’t Believe That You’re In Love With Me – Charlie Parker
No necesito recordarles que la historia del jazz tiene un origen humilde en la clase trabajadora negra, y que se convirtió en el aporte más significativo y la mayor contribución de los Estados Unidos al mundo entero. El jazz tomó forma en la mayoría de las ciudades de América, pero sobre todo en Nueva Orleans que fue un crisol de las culturas, donde la rica mezcla de españoles, franceses, creoles y muchas otras culturas y gente, provocaron un fresco e innovador sonido, una nueva música. A principios del siglo XX uno podía caminar por las calles de famoso barrio de Storyville y escuchar a músicos de la talla de Jelly Roll Morton, King Oliver y por supuesto Louis Armstrong. Con el paso de los años el sonido cambió y viajó del hotjazz, al swing, al bebop, latinjazz y la fusión y experimentos que crearon muchas más etiquetas, pero siempre manteniendo la misma esencia, el jazz se abrió nuevos caminos en la música clásica y en la música oriental permitiendo que viejas canciones suenen siempre frescas y nuevas.
El jazz evoca el poder de la música para construir la paz y reunir a personas de todas las culturas y orígenes. La historia del jazz se asienta en una prodigiosa mezcla de pueblos y culturas, de África, Europa, el Caribe y América. El jazz puso música al valor que impulsó el movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos, y sigue siendo una fuente de inspiración para millones de personas de todo el mundo que buscan la libertad y luchan por el respeto y la dignidad humana.
Esta es la tercera parte de los programas que la quinta disminuida dedicó al día internacional del jazz, en el que los temas que son parte de la sesión fueron elegidos por ustedes, los oyentes y seguidores de esta sesión de jazz.
El jazz ha tenido a lo largo de los años un impacto importante en muchos países, “ha sido la voz de la libertad en el último medio siglo”, manifestaba Herbie Hancock. Desde que fue nombrado embajador de Buena Voluntad de la Unesco en 2011, el compositor norteamericano no claudicó en su empeño de festejar en grande al género y su propuesta contó con el apoyo de los 195 miembros de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Desde sus raíces en la esclavitud, esta música ha enriquecido una voz apasionada contra todas las formas de opresión, con el lenguaje de la libertad, tan significativa para todas las culturas. El jazz a lo largo de los años ha cruzado fronteras con su lenguaje de libertad, y ha sido una fuerza de transformación social positiva.
El jazz refleja la diversidad del mundo, es una música de creatividad ilimitada. Combina composición e improvisación y se renueva cada vez que se interpreta.
Este programa es el segundo de los tres programas que la quinta disminuida dedicó a este día con los temas que sugirieron varios oyentes y seguidores del programa.
Cada 30 de abril se celebra, en todo el mundo, el día internacional del jazz. Este año tuvo como sede a San Petersburgo. Este fue el séptimo año que se celebra el día internacional del jazz.
En el 2012 la sede fue Nueva York, 2013 Estambul, 2014 Osaka, 2015 Paris, 2016 Washington DC y 2017 La Habana.
La celebración de esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público en general sobre las virtudes del jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos. Los gobiernos, las instituciones educativas y la sociedad civil que participan en la promoción del jazz aprovechan esta oportunidad para difundir la idea de que el jazz no es sólo un estilo de música, sino que también contribuye a la construcción de sociedades más inclusivas.
Si bien, normalmente cada 30 de abril dedico el programa a este evento compartiendo la música que se interpretó o proponiendo una serie de temas al respecto. Este año decidí hacer algo diferente, decidí hacer partícipes a los seguidores de la quinta para que eligiesen los temas que sonarían en el programa de hoy. La respuesta fue masiva, necesitaré más de un programa para que suenen todos los temas, pero les aseguro que sonaran todos.
Apuesto, jactancioso, decidido, irreverente, pendenciero, poco amigo de la ley, cualquier acepción de “guapo” le cuadraba a Art Pepper. Y a despecho de su furia autodestructiva, fue alguien con suerte, con mucha suerte. Cuando apenas le quedaban restos de guapeza encontró a Laurie La-Pan Miller, interna en el mismo centro de rehabilitación que él, lo ayudo no solamente a dejar atrás su turbulento pasado, sino también volver entre aplausos al jazz con presentaciones en Estados Unidos, giras por Japón y Europa y una docena de excelentes discos.
El apoyo de Laurie tuvo además otro fruto: “Straight Life”, obra de referencia en la literatura biográfica-musical por su brutal honestidad. El descarnado a la vez que orgulloso retrato que el saxofonista hace de sí mismo es deudor de la narrativa oral carcelaria, de las repetidas ocasiones en que los presos se retaban a contar historias, más locas cuanto más sorprendentes y peligrosas con que lo incitaban entre rejas, no sólo impregna el libro, sino su manera de tocar desde que vislumbró un sonido propio tras cumplir su primera larga condena. Entonces ya hubo un avance del excepcional artista que cerca de los 50 años sería capaz de procesar creativamente su vertiginoso carrusel existencial. La soledad de su infancia, el enfermizo desenfreno sexual de su juventud, la larga dependencia de la heroína, los constantes fracasos familiares, la inestabilidad profesional, el encadenamiento de robos y atracos, el control de su adicción a las drogas, el amor inesperado y redentor. Con su temple característico, Art acabó convirtiendo todo eso en gran jazz a la vez que iba obteniendo el reconocimiento que estaba seguro de merecer desde mucho antes.
“Nací con un don, en muchos sentidos. Nací con el don de ser capaz de resistir muchas cosas, de aceptar muchas cosas, de aceptar el castigo por cosas que la sociedad considera intolerables. Y fui capaz de ir a la cárcel. Nunca he delatado a nadie. En lo referente a la música, todo lo he hecho de frente. Nunca he estudiado ni ensayado de verdad. Soy una de esas personas con un don innato, y siempre lo he tenido claro. Todo cuanto tenía que hacer era explorar ese don”.
En este programa podrás escuchar estos y otros momentos fundamentales en su vida, y por supuesto, la magia de su música alrededor de los siguientes temas:
Harlem Folk Dance – Stan Kenton/Art Pepper
How High The Moon – Stan Kenton/Art Pepper
Over The Rainbow – Shorty Rogers And His Giants
Everything Happens To Me – Art Pepper
Minor Yours – Chet Baker – Art Pepper Sextet
Besame Mucho – Art Pepper Quartet
You’d Be So Nice to Come Home To – Art Pepper
Imagination – Art Pepper
Round Midnight – Art Pepper With Marty Paich Orchestra
Donna Lee – Art Pepper With Marty Paich Orchestra
Diane – Art Pepper
Mr. Yohe – Art Pepper
Here’s That Rainy Day – Art Pepper
Lover Man – Art Pepper
Straight life – Art Pepper
Scrapple from the apple – Sonny Stitt And His West Coast Friends
En la primera parte de esta sesión escucharemos un género de música llamado “Gospel” (más específicamente “Black Gospel”) del cual muchos músicos de jazz tuvieron una importante influencia. Y en la segunda parte del programa escucharemos a dos importantes músicos del mundo del jazz que dedicaron obras, discos completos, a manera de alabanzas; John Coltrane y Mary Lou Williams.
El “góspel song” es la forma moderna del spiritual, la canción religiosa negra, pero es más vital, tiene mayor swing y es más jazzístico que el viejo spiritual, en el que a veces todavía se siente la cercanía de la música sacra europea y ante todo la cercanía de los «White Spirituals» (los espirituales blancos del siglo pasado cuya existencia casi siempre dejan de advertir los «románticos de la raza»). El blues es la forma profana del “Spiritual” y del “Góspel Song”. O a la inversa, el “Góspel Song” y el “Spiritual” son la forma religiosa del blues. Por eso no sólo tiene un sentido figurado, sino también literal cuando la cantante de blues Alberta Hunter dice: «Para mí, los blues… son casi religiosos. Los Blues son como Spirituals, casi sagrados. Cuando cantamos blues los cantamos de corazón, cantamos todo lo que sentimos.» El cantante de blues T-Bone Walker escribió: «Claro que muchas cosas del blues vienen de la iglesia. Escuché el primer boogie-woogie de mi vida en la iglesia. Era la iglesia del Espíritu Santo en Dallas, Texas. El boogie woogie era allí una especie de blues, creo. Y el ministro solía predicar a veces en tono de blues.
Esta y otras explicaciones podrán escuchar en el programa que hoy comparto con ustedes.
Walk Over God’s Heaven – Mahalia Jackson
Nobody Knows the Trouble I’ve Seen – Louis Armstrong
Go Down Moses – Hampton Hawes
The Church in the Wildwood – Ella Fitzgerald
Sometimes I Feel Like a Motherless Child – Archie Shepp
Joshua – Bobby McFerrin
Witness – Robert McFerrin
Just a Closer Walk With Thee – Grant Green
Why Me Lord – Ray Charles/Johnny Cash
Standin’ In The Need Of Prayer – Nat King Cole
A Love Supreme, Part 1: Acknowledgement – John Coltrane
Para la sesión de hoy quiero compartir con ustedes una temática que ya la abordé hace algunos años, pero que decidí retomarla. El tema, tiene su origen en una entrada de mi amigo Jazzy creador del blog “música para gatos” titulada “De Músico a músico: la admiración escrita en pentagrama”. Que plantea que: “A lo largo de la historia son muchos los músicos que nos han querido contar algo de ellos mismos a través de la creación de composiciones que pretenden homenajear a otros músicos, ídolos, compañeros de profesión, o simplemente colaboradores que les han influido de manera positiva en su carrera y en la creación de su propio y personal universo sonoro. Estas son, probablemente, las composiciones más sinceras y esforzadas. Se trata de no decepcionar a un artista que te conmueve y de paso, de inmortalizarlo con tu trabajo, algo profundo que merece todos los reconocimientos”. Es decir, temas que músicos dedicaron a músicos, ya sea en vida o a manera de un homenaje póstumo.
A principios del siglo XX la cantidad de cantantes clásicas de blues se contaba por montones y sus canciones trataban temas muy alejados de las cándidas cantantes blancas: venganza amorosa, angustias, prostitución, cárcel, soledad, alcohol, desarraigo, ferrocarril, sexo, superstición, mala suerte, sueños, muerte, lesbianismo, resentimiento, sadomasoquismo, voodoo, violencia… con un amargo sentido del humor y un lenguaje grueso con el que se identificaba enormemente el público que asistía a sus actuaciones. Sobra decir que los blancos, incluso parte de la comunidad negra, consideraban a estas mujeres lo más bajo de la sociedad, a pesar de que su imagen estuviera adornada con plumas, joyas, elaborados vestidos y zapatos caros, incluso alguna realmente disfrutaba del status de súper estrella, a imagen y semejanza de las primeras estrellas de la incipiente industria de Hollywood, sólo que con una experiencia vital más trágica.
Este programa lo dividiré en tres partes. En la primera media hora del programa haremos un vuelo rápido escuchando unas pinceladas de las primeras mujeres en el jazz. En la segunda media hora les presentare a algunas mujeres instrumentistas posteriores a 1950 hasta la actualidad, para en la segunda hora del programa dedicarnos completamente a ese sonido único y mágico que es producido por la voz…por la voz de la mujer.
Gran parte de los textos pertenecen a Carlos Gardeta y que fueron publicados originalmente en www.jazzitis.com
Django Reinhardt es seguramente el músico que más ha revolucionado el sonido de la guitarra y perfeccionado su técnica rítmica y armónica, en la misma época que Charlie Christian en Norteamérica pero con un impacto mucho mayor. Vino al mundo un 23 de enero de 1910 en la ciudad belga de Liberchies en una familia de músicos itinerantes manouches (nombre con el que se conoce a los gitanos franceses) Su padre tocaba el violín y el piano con sus siete hermanos, recorriendo las carreteras de Bélgica, Francia, Italia e incluso Argelia durante la Gran Guerra. En aquel universo nómada, los niños se crían rodeados de adultos y no asisten al colegio, toda información es transmitida de padres a hijos, Django no sabe leer ni escribir, obviamente tampoco lee música, la aprende observando, memorizando y repitiendo las mismas frases una y otra vez.
Los jóvenes manouches, a pesar de su analfabetismo, tienen una sólida educación musical que aborda al mismo tiempo la música popular y la clásica a través de los valses rumanos. Django aprende a tocar al mismo tiempo el banjo y el violín. La orquesta familiar actúa en las mansiones de las familias adineradas, los salones de baile musette (que es la música tocada en acordeon de moda en París) y en animadas Guinguettes (tabernas populares parisinas).
Django prefiere el banjo al violín, mostrando una habilidad excepcionalmente precoz en el instrumento interpretando valses de gran dificultad técnica en los que se anima a improvisar en el grupo de Gusti Malha. Se familiariza con los acordes de sexta, séptima disminuida, séptima menor, novena y quinta aumentada. A los doce años comienza a tocar en pequeños bistrots de la zona de la porte de italie. Al mismo tiempo que el vals, Django aprende a tocar foxtrots y One Steps, bailes de moda de la época. La reputación de Django crece rápidamente, a los 16 años pasa a ser el músico más disputado por los directores de orquesta como Jean Vaissade.
En el otoño de 1928 Django actúa regularmente en el salón de baile La Java. Una de esas noches es descubierto por el director de orquesta británico Jack Hilton, quien le ofrece un puesto en su banda y le asegura un futuro lleno de grandes posibilidades. Django acepta la proposición, abandona la sala y regresa a su caravana que estaba llena de flores artificiales ya que su primera esposa Florine «Bella» Mayer se dedicaba a la venta ambulante de flores artificiales. Era la una de la madrugada de un 2 de noviembre de 1928, Django está a punto de acostarse cuando su esposa voltea accidentalmente una vela y se produce un terrible incendio en la carreta donde vivían. Django y su esposa quedan envueltos en llamas y escapan a la muerte de puro milagro. Django es rápidamente llevado al hospital Lariboisiere en Paris donde se le observan graves quemaduras en la mano izquierda y todo el costado derecho, entre la pelvis y la rodilla. A pesar del riesgo de gangrena, el músico no permite que le sea amputada su pierna. Su sufrimiento es espantoso. Permanece 18 meses en el hospital, y después de volver a su hogar, nuevamente es vuelto a hospitalizar, esta vez en el hospital Saint-Louis, donde se le somete a una operación para salvarle la pierna, pero el estado de su mano no es nada favorable perdiendo la movilidad en los dedos anular y meñique de la mano izquierda. A pesar de ello su hermano Joseph le regala una guitarra con la que Django inicia una decidida, aunque dolorosa, re-educación musical. Inventa una técnica que le permite tocar sin los dedos inutilizados y en tan solo seis meses consigue recuperar toda su destreza.
Miss Columbia – Victor Marceau/Django Reinhardt
Presentation Stomp – Michel Warlop Et Son Orchestre
Dinah – Quintete du Hot Club de France
Stardust – Coleman Hawkins
Djangology – Quintete du Hot Club de France
I Can´t Give Anything But Love – Quintete du Hot Club de France
Minor Swing – Quintete du Hot Club de France
J’attendrai – Quintete du Hot Club de France
Sold Old Man – Rex Stewart and his Feetwarmers
I See You In My Dreams – Django Reinhardt
H.C.Q Strut – Quintete du Hot Club de France
Tears – jango’s Music
Manoir de Mes Rêves – Django Reinhardt
Echoes Of France – Quintete du Hot Club de France
Ride Red Ride – Django Reinhardt/Duke Ellington
Brazil – Django Reinhardt
Insensiblement – Django Reinhardt
Keep Cool – Django Reinhardt
Nuages – Django Reinhardt
Decaphonie – Django Reinhardt
Melodie Au Crepuscule – Bireli Lagrene
Speevy – Angelo Debarre
Billets Doux – Adrien Moignard
I Remember Django – Barney Keasel/Stephane Grapelli