Saxofonistas Tenor en Baladas Standards

El instrumento ideal del Jazz es aquel que posee la fuerza expresiva de la trompeta y la agilidad del clarinete. El saxo es el único instrumento que reúne estas dos cualidades, que en todos los demás se enfrentan incompatiblemente.

Pensar en el saxo es sin embargo, pensar en una familia de instrumentos bastante amplia. De hecho, en este caso hablamos de dos familias. Una familia orquestal con instrumentos afinados en do y fa, y la familia de banda militar en mi bemol y si bemol. Cada familia constaba de un sopranino, un soprano, un alto, un tenor, un barítono, un bajo y un contrabajo. De todos estos, tres son los que han acabado utilizándose en el mundo del jazz: tenor, alto y soprano.

De los tres, el saxo tenor es el más utilizado por los músicos de jazz. Afinado en si bemol, es un saxo que destaca por la calidad y la profundidad de sus sonidos graves, a la vez que «sufre» en los tonos más agudos, que pueden resultar demasiado penetrantes.

  • Laura – Coleman Hawkins
  • Polka Dots and Moonbeams – Lester Young
  • I Can’t Get Started – Ben Webster
  • Smoke Gets In Your Eyes – Don Byas
  • Stairway To The Stars – Dexter Gordon
  • When I Fall In Love – Sam Rivers
  • Autumn Leaves – Zoot Sims
  • I’m Old Fashioned – John Coltrane
  • But Beautiful – Stan Getz
  • You Don’t Know What Love Is – Sonny Rollins
  • I Didn’t Know What Time It Was – Wayne Shorter
  • What’s New – Joe Henderson
  • You Go To My Head – Joe Farrell
  • Georgia – Charles Lloyd
  • My Ship – Michael Brecker
  • Imagination – Joe Lovano

Calle 52 Historias y Jazz


Calle 52, historias y jazz ofrece a lo largo de todas sus páginas, las infinitas posibilidades combinatorias del jazz, la literatura y el dibujo. Acompañado por Lómax, personaje central de esta aventura narrativa y poética, Miguel Garcia Urbani evoca y nos muestra los principales momentos y realizaciones de un arte imprescindible: el jazz.

El mundialmente célebre ilustrador argentino Luis Scafati dibujó especialmente cada una de las historias narradas por Miguel García Urbani, lo que convierte al libro en una aventura visual de alta calidad, con decenas de intervenciones plásticas.

De Mendoza a Madrid y de Valparaíso a Managua, con varios trayectos de fundamentales sitios históricos del jazz, los personajes de esta Calle 52 acompañan con música los pasos de los lectores, dado que, pueden oír los temas citados en las páginas mediante un “playlist” al que se puede acudir con un código QR que nos dispara hacia Spotify.

  • No Ties – Chet Baker
  • Mandrake – Erick Dolphy
  • Abstraction – Lennie Tristano
  • Figure In Blue – Charles Lloyd
  • Collard Greens And Black-Eyed Peas – Bud Powell
  • Little Lulu – Bill Evans
  • Exit Music (For a Film) – Brad Mehldau
  • Big Time – Medesky Martin Wood
  • Avec le temps – Giovanni Guidi
  • Move – Fats Navarro
  • El Gato – Duke Ellington
  • First Child – Leon Parker
  • Venice – Cannonball Adderley
  • Happy Talk – Nancy Wilson/Cannonball Adderley
  • Bebop – Charlie Parker
  • So In Love – Hampton Hawes
  • Blue Skies – Jimmy Scott
  • Love Will Keep Us Together – Jimmy Scott/Flea
  • Solitude – Bilie Holiday

El Gigante del Jazz

Era un francés de mundo, valiente e inconformista, osado e inquieto, y por eso su música tuvo que apoyarse en el jazz. Aunque él no entendiera de geografías ni pensamientos doctrinales, pertenecía a la vanguardia del jazz europeo. A sus 36 años se había convertido en uno de los pilares más sustanciosos de este género. Tenía un cuerpo menudo y deforme, unos ojos diminutos llenos de humanidad, y un par de enormes manos que le valieron para superar todo tipo de complejos.
Michel Petrucciani nació en 1962 en el día de los Santos Inocentes, en Orange, al sudeste de Francia, Una infección pulmonar pudo más que la enfermedad ósea que arrastraba desde su nacimiento, dejando huérfano al jazz europeo el 6 de enero de 1999. Fue un músico excepcional, un artista libre y vibrante, y un pianista lírico con una sensualidad inigualable. Pero por sobre todo un ser humano que emanaba generosidad y cariño, un hombre simple que tuvo una vida complicada que oscilaba entre el diario y silencioso combate contra el dolor y una intensa determinación hacía el bienestar.

“La muerte de un músico nos toca de una manera especial” decía Francis Marmande “porque ellos se llevan consigo secretos, el secreto de su sonido único, el secreto de la relación precisa entre espacio y tiempo” Petrucciani tenía eso y mucho más, era una mezcla de la delicadeza de Bill Evans, la irreverencia de Thelonious Monk, la rapidez de Art Tatum, el sonido percusivo de Ahmad Jamal y el arte de la improvisación de Keith Jarrett.

  • Lovelee – Michel Petrucciani/Lee Koonitz
  • Turn Around – Michel Petrucciani
  • Lady Day – Michel Petrucciani/Charles Lloyd
  • Bimini – Petrucciani/Hall/Shorter
  • Face’s Face – Michel Petrucciani
  • One of Us – Michel Petrucciani
  • Looking Up – Michel Petrucciani
  • Contradictions – Michel Petrucciani
  • Rachid – Michel Petrucciani
  • Satin Doll – Michel Petrucciani/Tony Petrucciani
  • Take the A Train – Michel Petrucciani
  • You are my Waltz – Michel Petrucciani
  • Simply Bop – Michel Petrucciani/Eddy Louis
  • Besame Mucho – Michel Petrucciani
  • Little Peace in C For U – Michel Petrucciani/Stephane Grappelli
  • Brazilian Like – Michel Petrucciani
  • So What – Michel Petrucciani

El Arte de la Improvisación

Dicen que el músico expresa su propia personalidad en sus composiciones. Que en sus interpretaciones deja señales suficientes de su personalidad y estado de ánimo, eso es precisamente lo que hace Keith Jarrett en cada una de sus interpretaciones con las cuales uno aprende a gozar del jazz.

Para muchos, Keith Jarrett, tiene la consideración de un gran improvisador; en cualquier caso, un excelente pianista que parece mirarse para adentro en cada pieza que interpreta. Su postura física ante el piano, que por momentos recuerda a la de Bill Evans, es elocuente al respecto; suele recogerse sobre sí mismo para formar una pieza única, para confundirse con el instrumento pero también se levanta, gesticula, emite sonidos y nunca deja de interpretar una partitura corporal que parece querer ganar protagonismo al sonido que arranca del propio piano, en ocasiones parece escenificar una especie de combate entre el ejército de teclas y cuerdas y él mismo.

Keith Jarret impresionó nada menos que a Miles Davis, y él mismo recordaba cómo fue ese encuentro:

“A finales de los años sesenta, Miles Davis solía aparecer por los clubes en los que yo actuaba con mi trío, ya fuera en París o en Nueva York. Parecía sentir curiosidad por algo. En cierta ocasión, fue con su quinteto a un minúsculo club de la orilla izquierda de París llamado Le Camilion, con capacidad para unos diez espectadores, para ver a mi trío, formado por aquel entonces por Aldo Romano a la batería y J. F. Jenny-Clark al contrabajo. El club estaba en el sótano de un pequeño bar que, sin embargo, era mayor que la estancia donde actuábamos. El local tenía un piano de pared espantoso, y a menudo nos dedicábamos a experimentar con la “improvisación libre”(a veces, el pésimo estado del piano era de gran ayuda para tocar esa música). Mi trío estadounidense, formado por Charlie Haden y Paul Motian, trabajaba constantemente en el terreno de la “improvisación libre”, aunque esta faceta no haya quedado adecuadamente recogida en las grabaciones que hicimos. Miles también vio actuar varias veces a esta formación en diferentes clubes. Los años sesenta fueron una época importante para el free. Ornette Coleman y Don Cherry habían despuntado a finales de los años cincuenta junto con Paul Bley, Jimmy Giuffre y, más tarde, toda la corriente “vanguardista”. Algunos de esos músicos ni siquiera sabían tocar, pero aquello no tenía demasiada importancia, y de ellos aprendí unas cuantas cosas en términos de tiempo y espacio. Ornette había partido de la complejidad cada vez mayor característica del período posterior al bebop para abrir nuevos caminos, y los músicos jóvenes se atrevían con todo. Fueron años de una gran vitalidad. Después de un pase especialmente free en Le Camilion, Miles me hizo un gesto para que me acercara a su mesa (creo recordar que nadie bebía nada) y me preguntó: “¿Cómo lo haces?”. “¿El qué?”, respondí. “Tocar a partir de la nada”, comentó. “No lo sé —le dije—Lo hago. Ya está”. Miles estaba anonadado ante aquella presunta facilidad mía para crear en tiempo real, sin un material previo. Sin embargo, y a pesar de que había escuchado mucha improvisación libre en el pasado, creo que advertía en mi manera de tocar una mezcla única de improvisación libre y de composición espontánea, una combinación que acabaría copando mi vertiente profesional, sobre todo en los conciertos en solitario”

  • My Romance – Art Blakey y los New Jazz Messengers
  • Sorcery – Charles Lloyd
  • Everything I Love – Keith Jarrett Trio
  • My Back Pages – Keith Jarrett Trio
  • Directions – Miles Davis
  • In your Quiet Place – Gary Burton/Keith Jarrett
  • Expectations – Keith Jarrett
  • So tender Airto – Moreira
  • Koln Concert Part I (Extracto) – Keith Jarrett
  • Blackberry Winter – Keith Jarrett
  • Country – Keith Jarrett
  • The Masquerade is Over – Keith Jarrett Trio
  • Dancing (Extracto) – Keith Jarrett Trio
  • Allemande (Suite # 7 en SibM) – Keith Jarrett
  • Blackbird Bye Bye – Keith Jarrett Trio
  • John’s Abbey – Keith Jarrett Trio
  • Be My Love – Keith Jarrett
  • My Foolish Heart – Keith Jarrett Trio