La larga noche de Chet Baker

James Gavin

Había varios entierros en las onduladas colinas del cementerio de Inglewood Park, en un barrio residencial para negros en las afueras de Los Ángeles. Unos toldos blancos protegían del sol a los asistentes, pero no podían cortar el paso al rugido de los aviones que aterrizaban y despegaban en el cercano aeropuerto internacional de Los Ángeles. En todo el cementerio el mal olor de los tubos de escape de los reactores tapaba el aroma del césped recién cortado.

Dos días antes, un vuelo de pasajeros procedente de Holanda había traído el cuerpo ya descompuesto de un trompetista al que se recordaba como uno de los hombres más atractivos de los años cincuenta. Chet Baker había fallecido en Amsterdam el viernes 13 de mayo de 1988 en circunstancias misteriosas relacionadas con drogas. La larga noche de Chet Baker había llegado a su fin, cuando una placida tarde de primavera se había presentado en el pequeño vestíbulo del Hotel Prins Hendrik para registrarse. Baker se instaló en una pulcra habitación con paredes amarillas, una cama de matrimonio, una mesita de noche y un televisor. Las dos ventanas, que por abajo llegaban al nivel de las rodillas, daban a una maraña de calles tortuosas rodeadas de hoteles y restaurantes. Los tranvías pasaban veloces, y los timbrazos de las bicicletas se oían por todas partes. Baker cerró la puerta al entrar, se quedó escondido aproximadamente hasta las tres y diez de la madrugada del viernes 13 de mayo, a esa hora, un hombre que salía de un bar vio un cuerpo enroscado en posición fetal que yacía inerte bajo la luna llena. La policía holandesa había retirado el cadáver para depositarlo en la morgue, suponiendo que habían encontrado un drogadicto más que había tenido mala suerte. Al día siguiente, Peter Huijts, el Road Mananger holandés de Baker, identificó el cadáver. La muerte se atribuyó a suicidio o accidente causado por la droga. Pero abundaban las evidencias contradictorias, la ventana de la habitación del hotel solo se abría unos treinta centímetros, lo que hacía imposible que hubiera caído involuntariamente, había parafernalia de drogadicto por toda la habitación, y sin embargo un portavoz de la policía declaró que en la sangre de Baker no se habían encontrado rastros de heroína. Durante los meses anteriores, el trompetista había dicho a varias personas que alguien iba por él. Chet Baker, nacido en una granja de Oklahoma, había llenado de fantasías la cabeza de la gente desde el día en que nació. Todo en él estaba abierto a la especulación: su toque cool de trompeta, tan vulnerable pero tan distanciado; su enigmática media sonrisa; la androginia de su dulce voz al cantar; un rostro que era a la vez infantil y siniestro. La melodía que surgía de su instrumento creaba una música que era uno de los lamentos más hermosos del siglo XX.

  • I Get Along Without You Very Well – Chet Baker 1954
  • I Get Along Without You Very Well – Chet Baker 1988
  • I Fall In Love Too Easily – Chet Baker 1954
  • I Fall In Love Too Easily – Chet Baker 1988
  • The Thrill Is Gone – Chet Baker – 1954
  • The Thrill Is Gone – Chet Baker/Enrico Pieranunzi 1988
  • Look for the Silver Lining – Chet Baker 1954
  • Look for the Silver Lining – Chet Baker 1988
  • I´m a Fool To Want You – Chet Baker 1986
  • That Old Feeling – Eliane Elias
  • La chanson D’Hélène – Stephane Belmondo
  • My Funny Valentine – Matt Dusk
  • Paradox – Richie Beirach
  • Let’s Get Lost – Cyrille Aimee
  • Donna – Bollani/Fresu/Gatto/Pietropaoli/Rava
  • Up Chet’s Alley – Dave Liebman/Phil Markowitz
  • Chet Lives – Joe Barbieri
  • My Funny Valentine – Chet Baker

Mucho más que Jazz – Rock

En la historia de la música en general y del jazz en particular, siempre ha habido creadores que, a pesar de no ser demasiado conocidos, han desarrollado obras inmensas y tremendamente influyentes. Ese es sin duda el caso del legendario guitarrista norteamericano, John Abercrombie, que dotado de una técnica sin igual y con una discografía nutrida y variada, ha seguido su propio camino en el jazz moderno, incorporando sensibilidades de distintos estilos en su repertorio: blues, música clásica, rock, folk y músicas del mundo. Además de haber trabajado con las más importantes figuras del jazz de su generación, ha desarrollado una carrera de cuatro décadas, editando la mayor parte de su obra, en el respetado sello Europeo ECM.

John Abercrombie falleció a los 72 años en las afueras de Nueva York. Murió la noche del martes 22 de agosto rodeado de sus seres queridos en la localidad de Cortland, en el estado de Nueva York. La noticia la leí en un mensaje publicado en su página oficial de Facebook. “La familia aprecia las efusivas muestras de amor y de apoyo recibidas y pide de manera respetuosa que se respete su privacidad en estos momentos tan difíciles”, manifestaba el mensaje en el que no se especifican las causas de su muerte. Según la revista especializada Jazz Police, el músico neoyorquino falleció en su casa de Cortland después de sufrir una insuficiencia cardiaca relacionada con una embolia que padeció a comienzos de año.

Este programa es un sencillo homenaje a este maestro de la guitarra de jazz, a través de un viaje a través de su obra.

  • Try Me – Dreams
  • 5/8 Tune (Extracto) – Friends
  • Satya Dhwani (Extracto) – Dave Liebman
  • Ralph’s Piano Waltz – John Abercrombie
  • Jamala – Gateway
  • Romantic Descension – Towner/Abercrombie
  • Foto Di Famiglia – Enrico Rava
  • Grazing Dreams – Collin Walcot
  • To Be – John Abercrombie
  • 3 East – John Abercrombie
  • Clint – John Abercrombie
  • Thalia – John Abercrombie
  • Beautiful Love – John Abercrombie
  • Waltz For Debby – Abercrombie/LaVerne
  • Little Swing – Abercrombie/Erskine /Mintzer/Patitucci
  • Insensatez – Assad/ Coryell/Abercrombie
  • Besame Mucho – (Another) Nuttree Quartet
  • Flipside – John Abercrombie