Todas las sesiones de la quinta disminuida giran alrededor de un eje temático, a través del cual se arman tanto los textos como los temas que elijo para compartir con ustedes. En esta sesión preparé un esquema algo diferente, ya que, de alguna manera, no tendremos un eje temático central, sino que más bien escucharemos a grandes maestros del jazz que fueron descritos con hermosos textos a cargo de importantes críticos de la música, historiadores, periodistas, poetas o simplemente conocedores absolutos del género. Escritos en los que cada uno de ellos, expresó con palabras sus sensaciones y percepciones de músicos de jazz a través de sus obras o temas específicos. Los hermosos textos a los que hago referencia corresponden a Amiri Baraka, Diego Fischerman, Boris Vian y Mariche Huertas de La Cámara.
Hoy continuaremos con la segunda parte del programa dedicado a ese hermoso libro de Geoff Dyer titulado “Pero Hermoso” y que abordamos en la anterior sesión con los textos y la música de Lester Young, Bud Powell, Chet Baker y Charles Mingus. Para esta sesión rondar elmundo de Ben Webster, Thelonious Monk y Art Pepper.
En el prefacio del libro, el propio Dyer escribe: “Cuando comencé a escribir este libro no tenía clara la forma que debía adoptar. Una gran ventaja, puesto que tuve que improvisar y, por tanto, desde el principio la característica definitoria del tema animó la escritura del libro. No tardé mucho en descubrir que me había alejado de cualquier tipo de crítica convencional. Las metáforas y los símiles en los que me apoyaba para evocar lo que consideraba que estaba pasando en la música cada vez parecían menos adecuados. Es más, dado que el más breve de los símiles introduce un matiz de ficción, rápidamente las metáforas comenzaron a expandirse y a abarcar episodios y escenas. A medida que iba inventando diálogo y acción, lo que emergía se parecía cada vez más a la ficción. Sin embargo, al mismo tiempo las escenas seguían pensadas como comentarios a una pieza musical o a las cualidades particulares de un músico. Lo que sigue, pues, tiene tanto de crítica imaginativa como de ficción. Muchas escenas nacen de episodios legendarios o famosos: por ejemplo, que le saltaran los dientes a Chet Baker. Tales episodios pertenecen al repertorio habitual de anécdotas e informaciones, en otras palabras, son standards, de los cuales doy mi propia versión, expongo los hechos esenciales con mayor o menor brevedad y luego improviso a partir de ellos, en algunos casos, alejándome del todo. Así quizá no sea fiel a la verdad, pero, una vez más, me mantengo fiel a las prerrogativas formales de la improvisación”
El jazz ha tenido a lo largo de los años un impacto importante en muchos países, “ha sido la voz de la libertad en el último medio siglo”, manifestaba Herbie Hancock. Desde que fue nombrado embajador de Buena Voluntad de la Unesco en 2011, el compositor norteamericano no claudicó en su empeño de festejar en grande al género y su propuesta contó con el apoyo de los 195 miembros de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Desde sus raíces en la esclavitud, esta música ha enriquecido una voz apasionada contra todas las formas de opresión, con el lenguaje de la libertad, tan significativa para todas las culturas. El jazz a lo largo de los años ha cruzado fronteras con su lenguaje de libertad, y ha sido una fuerza de transformación social positiva.
El jazz refleja la diversidad del mundo, es una música de creatividad ilimitada. Combina composición e improvisación y se renueva cada vez que se interpreta.
Este programa es el segundo de los tres programas que la quinta disminuida dedicó a este día con los temas que sugirieron varios oyentes y seguidores del programa.
El pasado 23 de febrero La Quinta Disminuida transmitió su programa número quinientos. Para tal ocasión convoque a través de las redes sociales que los oyentes del programa sean quienes elijan los temas que desearían escuchar, producto de lo cual llegaron varias sugerencias que hoy comparto con ustedes. Una aclaración: debido a la cantidad de sugerencias que recibí tuve que hacer dos programas, este que comparto hoy con ustedes, y el próximo que en un par de días lo subiré al blog para de esta forma abarcar la totalidad de sus temas.
El viaje musical que se estableció en base a las sugerencias fue amplio, diverso y variado que estoy seguro que será del agrado de todos.
Gracias por acompañarme en todo este caminar dedicado al jazz.
Bubba – Larry Coryell/Steve Smith/Tom Coster
Livery Stable Blues Original – Dixieland Jazz Band
Pannonica de Koenigswarter, la Baronesa del jazz, tuvo un sueño que alimentó durante mucho tiempo. Con su cámara Polaroid fotografió a todos los músicos que pasaron por su casa. A cada uno de ellos les hizo la misma pregunta: ¿Cuáles son los tres deseos que pedirías si supieras que se van a cumplir antes de que mueras? Pannonica quería hacer un libro con las fotos y las respuestas. En vida no lo pudo hacer, pero gracias a la paciencia de quienes recuperaron las fotos y los textos, hoy el libro es una realidad. Es una mezcla de imágenes y palabras que retratan el testimonio de todo lo que ocurría en la época pero, principalmente, nos lleva a un breve y profundo recorrido por la pasión, la constancia y las esperanzas de una generación de músicos que sólo soñaba con una cosa: tocar lo mejor posible. Este libro recoge las imágenes y respuestas de grandes maestros del jazz que hoy en compartiré con ustedes.
In Walked Bud – Thelonious Monk/Art Blakey/Johnny Griffin
Nature Boy – Miles Davis/Charles Mingus/Elvin Jones
Bags’ Groove – Hank Mobley/Sonny Clark
There Is No Greater Love – Eddie «Lockjaw»Davis/Coleman Hawkins
Sweet And Lovely – Sonny Stitt/Duke Jordan
Psychicemotus – Yusef Lateef/Reggie Workman
Midnight Creeper – Lou Donaldson/Blue Mitchell
I´m Old fashioned – John Coltrane/Lee Morgan/Philly Joe Jones
Mornin’, Noon and Night – Dizzy Gillespie/Roy Eldridge/Clark Terry
El programa de hoy estará dedicado a la mujer en el jazz. Y si hay una mujer fundamental en la historia del jazz, esta es Panonnica de Koenigswarter, una aristócrata británica refugiada en el submundo del jazz de aquel Nueva York de los años cincuenta y sesenta. Nacida en Londres en 1913 en una familia perteneciente a la rama inglesa de los Rothschild, su nombre de mariposa, se lo puso su padre, el banquero Charles Rothschild, que en gran medida fue también el responsable del romance de Panonnica con el jazz gracias a su abundante colección de discos con el que contaba y con los que Pannonica comenzó a beber los primeros sorbos del jazz. Esta pasión se fortaleció durante la Segunda Guerra Mundial gracias a su hermano Víctor, un enviado especial de Wiston Churchill a los Estados Unidos de Norteamérica para negociar con Roosevelt. Víctor conoció la verdadera esencia del jazz al escuchar en vivo al pianista Art Tatum. Al volver a Inglaterra Víctor y Pannonica empezaron a embriagarse de esa música espiritual que llegó a Europa con los soldados que liberaron Francia de las tropas nazis.
En la primera parte de la sesión escucharemos, algunos de los muchos, temas que grandes maestros del jazz le dedicaron a Nica, como la llamaban sus amigos. En la segunda parte del programa escucharemos a mujeres jazzeras fundamentales en el entendimiento de la historia del jazz, ya que a finales de los años 30 las mujeres instrumentistas (como cantantes ya lo habían hecho antes) empezaron a abrirse el camino en el mundo jazzístico (feudo masculino por excelencia). En esta incursión tuvo que ver, como no, la guerra. La Segunda Guerra Mundial se llevó a al frente ( y a la tumba) a numerosos instrumentistas masculinos, por lo que las mujeres tuvieron mayores oportunidades de hacerse oír y respetar por un público y una crítica musical por un lado, todavía con reminiscencias racistas hacia los músicos de color. Las tristes y malogradas biografías de cantantes como Billy Holliday nos lo dicen todo: Vejaciones, desprecios, drogas, alcohol, cárcel, etc. Lo cierto es que a raíz de la gran guerra, dos orquestas femeninas destacaron de modo particular por su éxito y su técnica refinada: Ina Ray Hutton an Her Melodears Orchestra, y The International Sweethearts of Rhythm.
Pannonica – Thelonious Monk
Blues For Nica – Kenny Drew Trio
Nica´s Dream – Horace Silver
Nica´s Tempo – Gigi Grice
Nica – Sonny Clark
To Nica – Kenny Dorham
Thelonica – Tommy Flanagan
Pannonica – Carmen McRae
Jump Children – The International Sweethearts Of Rhythm
Rudy Van Gelder es un nombre mítico dentro del mundo del jazz. Y, como ya lo dije, no se trata ni de un músico, ni un cantante, ni un compositor. Fue un ingeniero de sonido. Seguramente uno de los más importantes de la historia musical, y sin duda alguna el más conocido y reconocido de la historia del jazz. En los más de 60 años en que ha estado trabajando de ingeniero, ha grabado, mezclado y masterizado más de 2000 álbumes. Su nombre está detrás de muchos discos de algunos de los nombres más ilustres del jazz moderno. Nació un 2 de Noviembre de 1924 en Nueva Jersey y falleció el pasado 25 de agosto.
Oleo – Miles Davis
Serenity – Joe Henderson
Hackensack – Thelonious Monk
The Most Beautiful Girl In The World – Sonny Rollins
Are You Real – Art Blakey and The Jazz Messengers
See See Rider – Jimmy Smith
Cascades – Oliver Nelson
Smile – Dexter Gordon
I’m A Fool To Want You – Donald Byrd
Midnight Blue – Kenny Burrell
Garota de Ipanema – Joao Gilberto/Astrud Gilberto/Stan Getz
Cortázar amaba el jazz porque “era una música que permitía todas las imaginaciones”. ¿Se puede trasladar esto a la literatura? La respuesta es sí y Rayuela es el mejor ejemplo de esto. No sólo está llena de imágenes y sonidos del jazz, sino que es en sí una impresionante jam session donde el argumento es sólo un pretexto para improvisar, para ir re-creando, cambiando de escala según viene al caso, insertando notas disonantes si le apetece. Es una novela que el mismo autor propone que se lea siguiendo el índice o desordenadamente, en realidad son varias novelas en una.
En Rayuela en los capítulos 10 al 18, se relatan las increíbles y fantásticas sesiones musicales o “discadas” en las que un grupo de amigos denominado “Grupo de la Serpiente” se reunía para escuchar música junto con una conversación filosófico-orientalista que discurría sobre una alfombra musical en la que con absoluta naturalidad Cortázar recurría a su enciclopedismo musical.
Para esta sesión musicalizaremos los textos de Rayuela, de los capítulos mencionados, en los que se hace mención a un músico o a un tema específico que cada uno de los miembros elegía para ser escuchado, y posterior a ello, escucharemos ese tema.
Quienes hayan leído a Haruki Murakami saben bien que la música es un elemento imprescindible en la narrativa de este novelista japonés. Un elemento que es tomado familiarmente, cotidianamente, como muchos suelen escuchar música: al lado de nuestras tareas cotidianas, mientras trabajamos, mientras cocinamos, mientras caminamos por la calle, mientras estamos en el trasporte público o al hacer ejercicio.
La música como una compañía en un sentido casi presencial: algo que está ahí y que da un acento especial al instante, que lo vuelve más alegre, que lo melancoliza o quizá que le otorga cierta épica a un hecho aparentemente rutinario o trivial.
La relación que establece Murakami entre la literatura y la música es absolutamente convergente como él mismo lo explica: “Ya sea en la música o en la ficción, lo más básico es el ritmo. El estilo tiene que tener buen ritmo, natural y constante, o la gente no va a seguir leyendo tu obra. Aprendí la importancia del ritmo de la música, fundamentalmente del jazz. Luego viene la melodía, que en la literatura corresponde a la disposición adecuada de las palabras para que coincidan con el ritmo. Si la forma en que las palabras se ajustan al ritmo es suave y hermosa, no se puede pedir nada más. Lo siguiente es la armonía, los sonidos mentales internos que soportan las palabras. Luego viene la parte que más me gusta: la improvisación libre.
A través de algún canal especial, las historias vienen brotando libremente desde el interior. Todo lo que tengo que hacer es entrar en el flujo. Por último viene lo que puede ser lo más importante que es el punto en el que ritmo, melodía y armonía se unifican en lo que se puede llamar la interpretación, el performance. Esto nos genera una sensación de haber logrado llegar a un lugar que es nuevo y significativo. Y si todo va bien, se llega a compartir esa sensación de elevación con los lectores (la audiencia). Todo esto, encajado perfectamente, nos lleva a una culminación maravillosa que no se puede conseguir de ninguna otra manera.
Let´s Get Lost – Chet Baker
Ramona – Benny Goodman
Bloomdido – Charlie Parker/Dizzy Gillespie
No Hay Problema – Art Blakey & The Jazz Messengers
The Jitterbug Waltz – Fats Waller
Move – Stan Getz
When You’re Smiling – Billie Holiday
Minnie the Moocher – C.C. Production «The Blues Brothers»
A Foggy Day – Charlie Mingus
My Foolish Heart – Bill Evans Trio
Singin’ The Blues – Bix Beiderbecke
I’m Coming Virginia- Bix Beiderbecke
Rocks In My Bed – Duke Ellington
These Foolish Things (Remind Me of You) – Ella Fitzgerald