El swing literario de Haruki Murakami

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Quienes hayan leído a Haruki Murakami saben bien que la música es un elemento imprescindible en la narrativa de este novelista japonés. Un elemento que es tomado familiarmente, cotidianamente, como muchos suelen escuchar música: al lado de nuestras tareas cotidianas, mientras trabajamos, mientras cocinamos, mientras caminamos por la calle, mientras estamos en el trasporte público o al hacer ejercicio.

La música como una compañía en un sentido casi presencial: algo que está ahí y que da un acento especial al instante, que lo vuelve más alegre, que lo melancoliza o quizá que le otorga cierta épica a un hecho aparentemente rutinario o trivial.

La relación que establece Murakami entre la literatura y la música es absolutamente convergente como él mismo lo explica: “Ya sea en la música o en la ficción, lo más básico es el ritmo. El estilo tiene que tener buen ritmo, natural y constante, o la gente no va a seguir leyendo tu obra. Aprendí la importancia del ritmo de la música, fundamentalmente del jazz. Luego viene la melodía, que en la literatura corresponde a la disposición adecuada de las palabras para que coincidan con el ritmo. Si la forma en que las palabras se ajustan al ritmo es suave y hermosa, no se puede pedir nada más. Lo siguiente es la armonía, los sonidos mentales internos que soportan las palabras. Luego viene la parte que más me gusta: la improvisación libre.

A través de algún canal especial, las historias vienen brotando libremente desde el interior. Todo lo que tengo que hacer es entrar en el flujo. Por último viene lo que puede ser lo más importante que es el punto en el que ritmo, melodía y armonía se unifican en lo que se puede llamar la interpretación, el performance. Esto nos genera una sensación de haber logrado llegar a un lugar que es nuevo y significativo. Y si todo va bien, se llega a compartir esa sensación de elevación con los lectores (la audiencia). Todo esto, encajado perfectamente, nos lleva a una culminación maravillosa que no se puede conseguir de ninguna otra manera.

  • Let´s Get Lost – Chet Baker
  • Ramona – Benny Goodman
  • Bloomdido – Charlie Parker/Dizzy Gillespie
  • No Hay Problema – Art Blakey & The Jazz Messengers
  • The Jitterbug Waltz – Fats Waller
  • Move – Stan Getz
  • When You’re Smiling – Billie Holiday
  • Minnie the Moocher – C.C. Production «The Blues Brothers»
  • A Foggy Day – Charlie Mingus
  • My Foolish Heart – Bill Evans Trio
  • Singin’ The Blues – Bix Beiderbecke
  • I’m Coming Virginia- Bix Beiderbecke
  • Rocks In My Bed – Duke Ellington
  • These Foolish Things (Remind Me of You) – Ella Fitzgerald
  • Wholly Cats – Charlie Christian
  • Festive Minor – Gerry Mulligan/Chet Baker
  • Sometimes I’m Happy – Nat King Cole
  • Shaw ‘Nuff – Dizzy Gillespie Quintet
  • West End Blues – Louis Armstrong & His Hot Five
  • Jackie-Ing – Thelonious Monk
  • Louise – Lester Young & Teddy Wilson Quartet

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