Al ser un arte vivo, a lo largo de su historia el jazz ha transitado por varios caminos, a trepado varias montañas y a surcado océanos. Se ha nutrido de culturas más allá de sus fronteras, ha brindado sus herramientas para otras músicas que sin querer perder su esencia se dieron cuenta de que para renovarse era importante utilizar esas herramientas jazzeras. La historia del jazz también ha tenido -y tiene- sus héroes y sus villanos, sus niños educados, sus niños rebeldes. Tiene sus décadas de oro, sus años de incertidumbre, sus años de siembra y cosecha. Y también lo que podemos llamar sus mágicas sociedades, que van más allá de un simple encuentro o una colaboración. Justamente el tema que hoy abordaremos en la Quinta Disminuida, está relacionado a algunas de estas sociedades.
Teo – Miles Davis/John Coltrane
Miles Ahead – Miles Davis/Gil Evans
All Of Me – Billie Holiday/Lester Young
5 5 7 – Pat Metheny/Lyle Mays
Corcovado/Change Partners – Frank Sinatra/Tom Jobim
Agua de Beber/Garota de Ipanema/Sei La – Tom Jobim/Vinicius De Moraes
Morena Flor – Vinicius de Moraes/Toquinho
Retrato en Braco e Prieto – Stan Getz/Joao Gilberto
When You Wish Upon A Star – Dave Brubeck/Paul Desmond
Relaxin’ With Lee – Charlie Parker/Dizzy Gillespie
Liza (All the Clouds’ll Roll Away) – Steppane Grapelli/Django Reinhartd
They Can’t Take That Away From Me – Ella Fitzgerald/Louis Armstrong
Mallorca – Bob James/Earl Klugh
My Funny Valentine – Gerry Mulligan/Chet Baker
Delaunay’s Dilema – Milt Jackson/John Lewis
Take The «A» Train – Duke Ellington/Billy Strayhorn
O.G.D (aka Road Song) – Wes Montgomery/JimmySmith
Three Banana – Carla Bley/Steve Swallow
Solamente Una Vez – Gonzalo Rubalcaba/Charlie Haden
Tras pasar por el Festival de San Sebastián, el pasado viernes 6 de octubre, se estrenó el film “Dispararon al Pianista”, el regreso de Fernando Trueba (“Belle Époque” “Calle 54”) y Javier Mariscal después de la aclamada “Chico y Rita”, ganadora del Goya el Oscar a la Mejor Película de Animación, de la mano de BTeam Pictures. Ya les iré contando a lo largo del programa detalles al respecto. Los temas que sonaran en esta sesión son algunos que son parte de la banda sonora de ese film.
Nebulosa – Tenorio Jr.
Fim de Semana Em El Dorado – Tenorio Jr.
Sambinha – Tenorio Jr.
Embalo – Tenorio Jr.
Se Todos Fossem Iguais a Voce – Vinicius/Creuza/Toquinho
Samadhi – Tenorio Jr.
Clouds – Tenorio Jr.
Canto De Ossanha – Baden Powell/Vinicius de Moraes
Nació en Brasil en 1960. Niña prodigio, hija de una pianista de música clásica y aficionada al jazz empezó a estudiar piano a los 7 años, a los 12 ya tocaba solos improvisados de jazz y obras de Art Tatum y Bill Evans. A los 15 años daba clases de piano e improvisación en una de las más prestigiosas escuelas de música de Brasil.
En 1981 conoció al contrabajista Eddie Gómez que la animó a viajar a Nueva York donde estudió con Olegna Fuschi en The Juilliard School of Music. Más tarde se unió al grupo Steps Ahead, formado por Michael Brecker, Peter Erskine, Mike Mainieri y Eddie Gómez con los cuales grabaría un fundamental disco en el año 1983. Tras abandonar el grupo empezó a colaborar con el trompetista Randy Brecker con quien se casaría, de quien luego se divorciaría para casarse con Marc Johnson, último contrabajista de Bill Evans.
Su siguiente paso profesional fue el de convertirse en líder de sus grupos con los que ha realizado numerosas giras y grabado cerca de una treintena de discos en diferentes formatos e integrando diferentes estilos que pasan por el jazz, la bossa, el samba, el funk y la clásica.
Es una gran intérprete de la música de Antonio Carlos Jobim al que ha dedicado varios discos. En una ocasión el propio Tom Jobim, después de haber escuchado una grabación de Elias dijo: «¿Yo he escrito eso tan bello?
En esta sesión de la quinta disminuida, haremos un viaje cronológico por su discografía, narrando, además, aspectos fundamentales de su vida.
Las grabaciones que hoy son el eje central del programa, más que música registrada en un grabador, son una hermosa y perfecta carta de amor en dos discos, en dos sesiones de grabación que quedaron impresas en lo más profundo del corazón de quienes las escucharon. Estas sesiones fueron bautizadas por el “poetinha” sin ningún complejo y tampoco ninguna sofisticación comercial como “Vinicius en La Fusa”
En 1970, Vinicius de Moraes ya era famoso y ya había escrito una página importante de la historia de la Bossa Nova de la mano de Antonio Carlos Jobim y Joao Gilberto. Había puesto su pluma en esa catedral llamada “La Garota de Ipanema”, que aun hoy en día se sigue constituyendo en un tema indispensable para entender la historia de la música brasileña. Vinícius, que era también diplomático de carrera, estaba en la flor de la vida, en el punto más alto de la montaña. Sin embargo, como lo cuenta Ulises Fuente en una nota de “La Razón” de España, sobrevino la dictadura militar en Brasil y, debido a sus posiciones políticas fue apartado de la carrera. Había sido cónsul en Montevideo, así que se quitó de enmedio por si las cosas empeoraban. Se refugió en Punta del Este, lugar de veraneo de las clases pudientes argentinas y uruguayas. Y empezó a frecuentar un local que regentaban unos argentinos, Óscar Pérez y Silvina Muñiz. Un día de esos, lo reconocen y le piden que cante, pero el poeta, que estaba gordo y se sentía viejo les dijo: “Ya no puedo, estoy acabado”. Así que sus anfitriones encontraron la forma de protegerlo, para que se sintiera más seguro, con una mesa y una botella de whisky y Vinícius cantó sentado y ahí comenzó la marca de casa.
Más que un “Café Concert” a secas, La Fusa era un ícono, un lugar signo dónde “no se iba a ver ni a ser visto, se iba a encontrarse con amigos. Era chiquita y cálida. En sus primeros años, La Fusa tuvo un público afecto al under, pero que después se popularizó un poco más. Los primeros en frecuentar el local fueron jóvenes que buscaban en el arte propuestas para vivir de una manera diferente de la de sus padres. Algunos iban porque había que ir, porque era bien visto. Otros, porque reconocían en Vinicius a un formidable poeta y cantor, y tenían muy en claro que se trataba de un gran señor antes que nada. Y finalmente había quienes estaban porque tenían una cita de honor con el poeta, con el hombre, con el insatisfecho, con el solitario, con el perseguido, con el alcohólico, con el devorado, con el disoluto en quien se veían reflejados, por quien se sentían comprendidos, abrazados. Jamás juzgados. Nunca rechazados. Vinicius cantaba para todos pero más especialmente para los conocedores de la noche y sus dos caras: la balsámica y la terrible. Odiaba el sol. Tanto que ni siquiera lo nombraba.
En esta sesión comparto con ustedes, in extenso, las grabaciones que Vinicius, Toquinho, Maria Creuza y luego Maria Bethania, realizaron en ese Café Concert, para luego ser editados en dos álbumes que hoy se constituyen en un testimonio imperecedero de la historia de la música.
¿Hay relación entre música y pintura? Según Wassily Kandinsky, el pintor ruso precursor de la abstracción en la pintura, sí. Su manuscrito, que luego se transformó en libro, llamado “Lo Espiritual En El Arte“, habla sobre la belleza cromática en el cuadro, que, según él, ha de atraer con gran fuerza al espectador y al mismo tiempo ha de esconder su contenido pictórico profundo, es decir, las emociones del artista expresadas pictóricamente, prácticamente a modo de partitura musical.
En esta sesión de La Quinta Disminuida escucharemos la opinión de seis pintores bolivianos y su relación con la música.
Autumn Leaves – Ahmad Jamal/Gary Burton
Colors – Michel Petrucciani
Love Letter – Michel Petrucciani
My Funny Valentine – Chet Baker
My Funny Valentine – Carmen McRae
In France They Kiss on Main Street – Joni Mitchell
Desde que el hombre concibiera a la Poesía como uno de sus más bellos modos de expresión, tanto oral como escrita, la Naturaleza ha sido siempre una gran fuente de inspiración, y si entre todas las «musas» cabe destacar alguna, sin duda la Luna, ha sido una de las más honradas por los poetas de todos los tiempos y lenguas. Muchos de ustedes recordarán seguramente, estas estrofas de la famosa poesía de Federico García Lorca: «La Luna vino a la fragua con su polizón de nardos, el niño la mira, mira, el niño la está mirando…»
En la música, en todos los géneros y estilos, también está presente a través de maravillosas composiciones, Ludwig Van Beethoven escribió su inspirado Claro de Luna, motivado por el satélite natural de la tierra. Claude Debussy también lo hizo, y seguro que la lista es inmensa. Los músicos de jazz, también se dejaron embrujar por esa maravillosa esfera que nos acompaña todos los días de nuestra vida, su forma, su luz, la contradicción entre su cercanía y su lejanía y su soledad son inspiradoras.
La lista de temas relacionados a la luna es extensa, alcanzaría para dos, tres, cuatro, cinco programas, no sé. Para la sesión de hoy he elegido 21 que espero sean de su agrado.
Blue Moon – Billie Holiday
How High The Moon – Stephane Grappelli
Fly Me To The Moon – Frank Sinatra
The Moon Song – Pat Metheny/Charlie Haden
It’s Only a Paper Moon – Nat King Cole
Moon Dreams – Miles Davis
Old Devil Moon – Chet Baker
What a Little Moonlight Can Do – Benny Goodman
Moonlight In Vermont – Ella Fitzgerald/Louis Armstrong
Durante todo este mes de septiembre la quinta disminuida tuvo como eje central de sus programas a una de las músicas más hermosas, más dulces y más melódicas que surgió hace exactamente sesenta años, la Bossa Nova.
Fue en el año 1958. Brasil conquistaba por primera vez el título mundial de fútbol, Juscelino Kubitschek de Oliveira proyectaba Brasilia con las aristas y las curvas modernas de Oscar Niemeyer y João Gilberto tocaba la guitarra de una manera que nunca antes nadie lo había hecho, completamente diferente al del samba tradicional. Hoy, João Gilberto es el único miembro vivo de lo que se conoce como la santísima trinidad de la Bossa Nova que formaba junto al poeta Vinicius de Moraes y al pianista y compositor Antonio Carlos Jobim. Fue en abril de ese año que el guitarrista entró al estudio para grabar “Cançao do amor demais” disco de la cantante Elizeth Cardoso, donde el primer corte de ese álbum, Chega de Saudade, fue el manantial del género que se convirtió en poco tiempo en el mejor legado musical del Brasil al mundo entero, y como no podía ser de otra manera, tenía la característica que engrandece al arte, era una música de mezclas. “Cançao do amor demais” no era un disco estrictamente de Bossa Nova, pero si fue el detonante de lo que vendría inmediatamente después, ya que el año siguiente João Gilberto volvería al estudio, esta vez para un álbum propio, el primero, grabando el que sería el disco “Chega de Saudade” donde el maestro ya no solamente tocaba la guitarra sino que cantaba. No. En realidad no cantaba, susurraba. La armonía de Jobim, la poesía de Vinicius y el dulce susurro de Gilberto que se empastaba con su nueva “batida” de la guitarra, eran los ingredientes perfectos para esa nueva música que se conocería como Bossa Nova.
En el programa de hoy, vamos a escuchar los temas y los intérpretes más representativos de la Bossa Nova. Esto lo hago a manera de que preparemos el oído con los temas de la Bossa en sí. El próximo programa retrocederemos un paso escuchando cuales fueron las semillas para que se produzca el nacimiento de la Bossa, es decir escucharemos a lo que podemos llamar “los precursores”: Dick Farney, Lucio Alves, Dolores Duran, Sylvia Telles, Maysa, Johny Alf, João Donato, Garoto, etc. En cambio en esta sesión escucharemos a “los creadores”, que están divididos, cronológicamente, en dos generaciones. En la primera están Tom Jobim, Vinicius de Moraes, Carlos Lyra, Ronaldo Bôscoli y João Gilberto. En la segunda tenemos a Baden Powell, Roberto Menescal y Nara Leão fundamentalmente. Y también hoy escucharemos a “los descendientes” que serían Toquinho, Chico Buarque, Caetano Veloso, Djavan, Ivan Lins, Leila Pinheiro, Wanda Sá, entre tantos otros.
Insensatez – Antonio Carlos Jobim
Samba em Preludio – Vinicius de Moraes/Odette Lara
Para la sesión de hoy quiero compartir con ustedes una temática que ya la abordé hace algunos años, pero que decidí retomarla. El tema, tiene su origen en una entrada de mi amigo Jazzy creador del blog “música para gatos” titulada “De Músico a músico: la admiración escrita en pentagrama”. Que plantea que: “A lo largo de la historia son muchos los músicos que nos han querido contar algo de ellos mismos a través de la creación de composiciones que pretenden homenajear a otros músicos, ídolos, compañeros de profesión, o simplemente colaboradores que les han influido de manera positiva en su carrera y en la creación de su propio y personal universo sonoro. Estas son, probablemente, las composiciones más sinceras y esforzadas. Se trata de no decepcionar a un artista que te conmueve y de paso, de inmortalizarlo con tu trabajo, algo profundo que merece todos los reconocimientos”. Es decir, temas que músicos dedicaron a músicos, ya sea en vida o a manera de un homenaje póstumo.
Muchas veces escucho a algunas personas comentar que el jazz es una música difícil de escuchar, es muy sofisticada, muy compleja y hasta manifiestan que es muy pesada. Seguro que en algunos casos tienen razón, depende de lo que escuchen y cuan habituados están a escuchar jazz. Hace poco tiempo se publicó un hermoso libro titulado cómo escuchar jazz escrito magistralmente por Ted Gioia que es uno de los mayores conocedores de la historia del jazz. El libro es un breve manual, pero útil y ameno, en el que Gioia recorre la historia de este género a través de sus autores, temas, sesiones de grabación y principales hitos. Una obra recomendable para quienes se acercan al jazz por primera vez, pero también para los que ya disfrutan de este género musical. Un próximo programa compartiré con ustedes varios capítulos de ese libro, pero para este, y a manera de preparación, hoy quiero contarles mi experiencia personal de cómo descubrí y me zambullí en las aguas del jazz. Para ello utilizaré algunas reseñas de ese libro, pero por sobre todo…me confesaré con ustedes de cuál fue mi camino hacia el jazz.
Desde mi punto de vista, es muy difícil entrar al jazz directamente. ¿A qué me refiero con directamente? A querer escuchar “de golpe” a Charlie Parker, Thelonious Monk, Miles Davis o cualquiera de los grandes maestros del jazz. Llegar a las orillas del jazz debe ser un proceso natural, pero dialéctico. Haciendo una analogía con las matemáticas, si uno quiere calcular la raíz cuadrada de un número primero deberá saber multiplicar y antes de ello saber sumar, y no es que una cosa sea más importante que la otra, todas son importantes entenderlas, y en la música disfrutarlas.
This Masquerade – George Benson
Mediterranean Sundance – Al Di Meola/Paco De Lucia
Vision is a Naked Sword – The Mahavishnu Orchestra
I Declare – Milton Buckner
A Child Is Born – Richard Davis
Falling Alice – Chick Corea
Bass Face – Bill Evans
I´ll Never See Your Smile Again – Bob James/Earl Klugh
El espíritu navideño que impera en estos días en gran parte del planeta, también ha llegado a las sesiones de grabación de discos de jazz, no tengo plena certeza de cual el motivo, supongo que a veces empujado por un productor que quiere sacar unos dólares de más en ventas, o alguna imposición del sello discográfico, y también muchas veces por el simple deseo de un músico de tomar una melodía popular y usarla como vehículo para la improvisación.
En esta sesión de la quinta escucharemos melodías navideñas interpretadas por maestros del jazz.
Les deseo muchas felicidades y que el 2017 esté lleno de sorpresas…y jazz.
Jingle Bells – Duke Ellington & His Orchestra
Christmas In New Orleans – Louis Armstrong with the Benny Carter Orchestra
God Rest Ye Merry Gentlemen – Oscar Peterson
Rudolph The Red-Nosed Reindeer – Ella Fitzgerald
White Christmas – Charlie Parker
The Christmas Song – Carmen McRae
The Christmas Song – Dexter Gordon
Blue Xmas – Miles Davis
Silent Night – Chet Baker
Silent Night – Jimmy Smith
O Christmas tree – Wynton Marsalis
Winter Wonderland – Shirley Horn
Let It Snow – Frank sinatra
Let It Snow – Joe Pass
Santa Claus is Coming to Town – Gerry Mulligan/Dave Brubeck