Para la sesión de hoy he preparado un programa relacionado con un instrumento muy importante dentro del jazz, la trompeta. Aunque debo confesarles, que tratándose de instrumentos de viento, yo me quedo con el saxo y de los saxos me quedo con el saxo tenor. Cuestión de gustos. Y para ello, vamos a escuchar en esta sesión una evolución de los estilos de tocar trompeta en el jazz, desde King Oliver hasta Wynton Marsalis y antes de entrar a la última media hora del programa se llevarán una gran e increíble sorpresa, no estoy exagerando ni mucho menos, a mi me sorprendió muchísimo y quiero compartir con ustedes esa sorpresa que hace algunos años movió mis esquemas.
Dipper Mouth Blues – King Oliver
When It’s Sleepy Time Down South – Louis Armstrong
La Ley seca supuso la proliferación de tabernas, clubes y prostíbulos donde se podía consumir alcohol. Bastantes locales eran controlados directamente por bandas de contrabandistas y necesitaban músicos que animaran el ambiente. Se recurrió a los jazzistas (en muchos casos, negros), para consternación de los sindicatos de músicos (reservados a blancos), que consideraban semejantes sonidos «vulgares». En Chicago, los jazzistas gozaron de la simpatía de Al Capone y su hermano Ralph. Dejando aparte su modus operandi, parece que Al carecía de prejuicios raciales: se casó con una irlandesa, admiraba a los judíos y daba empleos a negros. Algunos, como el contrabajista Milt Hilton, complementaban sus ingresos distribuyendo licor.
No todos los jazzistas tuvieron encuentros gratos. Fats Waller fue secuestrado en Chicago y llevado a la localidad de Cicero, donde los Capone habían abierto incluso un Cotton Club, en imitación del cabaret de Harlem. En realidad, se esperaba que Waller animara la fiesta de cumpleaños de Al, cosa que hizo durante los tres días siguientes. Volvió con los bolsillos llenos de billetes, pero con el miedo en el alma. El guitarrista Eddie Condon decidió dejar de tocar en el Alcázar al descubrir que el propietario era Capone. Si estaba el jefe, la juerga mantenía cierto decoro pero sus hombres tendían a la violencia, como comprobó el cornetista Jimmy McPartland: «Un mafioso podía romper una botella en la cabeza de alguien, luego se la restregaba por la cara y terminaba dándole patadas; mientras, nosotros no debíamos dejar de tocar». Muchos jazzistas de aquella generación transformaron en anécdotas sus encuentros con Al Capone. Y la mayoría eran pintorescas: Earl Hines recibia propinas de 100 dólares. Lo cierto es que Al Capone brillaba en comparación con su hermano menor, más brutal en público. Y se reveló como un maestro de las relaciones públicas. Sermoneaba a los músicos jóvenes, para que no olvidaran escribir a sus madres y les recomendaba asistir a oficios religiosos. Les prevenía contra los peligros de las drogas, aunque él era un consumidor secreto de cocaína.
En este programa haremos un viaje a esa época a través de los siguientes temas:
And I Love Her – John Abercrombie
Happy Feet – Frankie Trumbauer and his Orchestra
Dippermouth Blues – King Oliver’s Creole Jazz Band
Chicago Breakdown – Louis Armstrong
Harlem Nocturne – Duke Ellington
Nervous Tension – Tiny Parham/Milt Hinton
Old Man Time – Milt Hinton
Squeeze Me – Fats Waller
Honeysuckle Rose – Fats Waller
Honeysuckle Rose – Sarah Vaughan
Blue Drag – Earl Hines and his Orchestra
Weather Bird – Earl Hines
I Ain’t Got Nobody – Earl Hines
Ain’t Misbehavin – Louis Armstrong
Ain’t Misbehavin’ – Carmen McRae
Rhapsody in Blue – Duke Ellington
Way Down Yonder in New Orleans – Bix Beiderbecke/Frankie Trumbauer
In A Mist – Bix Beiderbecke
The Lady Is a Tramp – Frank Sinatra
One For My Baby (and One More For The Road) – Frank Sinatra
El miércoles 12 de julio de 2017 la quinta disminuida cumplió diez años de transmisión ininterrumpida. Quiero agradecer a Maria Galindo por abrirme las puertas de la radio para compartir con ustedes mi pasión por la música. A Sergio Calero por haber sido la persona que me invitó a formar parte de este sueño. A Idoia Romano por su constante impulso a la quinta y a todas las personas que forman parte de esta casa. La virgen de Los Deseos.
Un agradecimiento especial a Ernesto “Rufo” Durán quien desde los controles hizo que el programa tuviera siempre la calidad y precisión indispensables para brindar a ustedes el mejor sonido posible. Un agradecimiento también a Gabriel Mariaca que fue el impulsor de la quinta disminuida a través de los podcast y del blog. Un gran agradecimiento a Alejandro Gozalves que en la actualidad es la persona que está a cargo del blog y los podcast. También un agradecimiento profundo a mi oyente más fiel durante estos diez años, mi esposa Liset Ascarrunz y por supuesto un gracias enorme, gigante a todas y todos ustedes, los oyentes del programa, que sin su compañía y su apoyo hubiera sido imposible llegar hasta donde llegamos.
Para la sesión de hoy quiero compartir con ustedes un programa que será una especie de retrospectiva, un viaje en el tiempo en el que compartiré algunos momentos particulares de cada sesión. Los programas que elegí no necesariamente son los que más me gustaron, ni los más escuchados, ni los más solicitados. Simplemente son programas que en mi revisión quiero compartir hoy con ustedes.
Mujer, negra y pobre. Una combinación que en las primeras décadas del siglo veinte -y hasta la actualidad- trae consigo historias similares ya conocidas por todos. Salió de un reformatorio para convertirse en “La gran dama del jazz”. Su voz clara, precisa, cálida y natural sentó cátedra en el swing, el blues, el scat, la bossa nova, el samba, el gospel, el calypso, las canciones navideñas y el pop. Todo ello bajo el gran paraguas del jazz.
Las condiciones técnicas de Ella como cantante eran privilegiadas, su amplio registro vocal le permitía transtitar tranquilamente, gracias a su virtuosismo y su talento exuberante, entre el jazz instrumental y el jazz cantado: cuando uno escoge grandes improvisadores dentro del jazz, necesariamente tiene que estar Fitzgerald con el scat singing, esa manera de improvisar con onomatopeyas afinadas, con sílabas.
El martes 25 de abril se conmemoraron los cien años del nacimiento de Ella Fitzgerald nacida en Virginia, amada por el público, elogiada por la crítica, y quien se estableció en la memoria de los melómanos.
Heebie Jeebies – Boswell Sisters
Love And Kisses – Chick Webb Orchestra/Ella Fitzgerald
El pasado 23 de febrero La Quinta Disminuida transmitió su programa número quinientos. Para tal ocasión convoque a través de las redes sociales que los oyentes del programa sean quienes elijan los temas que desearían escuchar, producto de lo cual llegaron varias sugerencias que hoy comparto con ustedes. Una aclaración: debido a la cantidad de sugerencias que recibí tuve que hacer dos programas, este que comparto hoy con ustedes, y el próximo que en un par de días lo subiré al blog para de esta forma abarcar la totalidad de sus temas.
El viaje musical que se estableció en base a las sugerencias fue amplio, diverso y variado que estoy seguro que será del agrado de todos.
Gracias por acompañarme en todo este caminar dedicado al jazz.
Bubba – Larry Coryell/Steve Smith/Tom Coster
Livery Stable Blues Original – Dixieland Jazz Band
El espíritu navideño que impera en estos días en gran parte del planeta, también ha llegado a las sesiones de grabación de discos de jazz, no tengo plena certeza de cual el motivo, supongo que a veces empujado por un productor que quiere sacar unos dólares de más en ventas, o alguna imposición del sello discográfico, y también muchas veces por el simple deseo de un músico de tomar una melodía popular y usarla como vehículo para la improvisación.
En esta sesión de la quinta escucharemos melodías navideñas interpretadas por maestros del jazz.
Les deseo muchas felicidades y que el 2017 esté lleno de sorpresas…y jazz.
Jingle Bells – Duke Ellington & His Orchestra
Christmas In New Orleans – Louis Armstrong with the Benny Carter Orchestra
God Rest Ye Merry Gentlemen – Oscar Peterson
Rudolph The Red-Nosed Reindeer – Ella Fitzgerald
White Christmas – Charlie Parker
The Christmas Song – Carmen McRae
The Christmas Song – Dexter Gordon
Blue Xmas – Miles Davis
Silent Night – Chet Baker
Silent Night – Jimmy Smith
O Christmas tree – Wynton Marsalis
Winter Wonderland – Shirley Horn
Let It Snow – Frank sinatra
Let It Snow – Joe Pass
Santa Claus is Coming to Town – Gerry Mulligan/Dave Brubeck
En agosto de 2015 hice un programa dedicado a músicos del mundo del jazz que llegaron o se fueron en este octavo mes del año. Ese programa lo reprisé hace poco y nuevamente lo comparto con ustedes para ir nutriendo paulatinamente los archivos que debido a un problema con el blog se “esfumaron” de la bloggosfera.
Agosto es también el mes de Julio Cortazar, un apasionado y enciclopedista amante de la música en general y del jazz en particular que bajo el nombre de Lucas, se explaya sobre sus pianistas favoritos en este texto:
Larga es la lista como largo el teclado, blancas y negras, marfil y caoba; vida de tonos y semitonos, de pedales fuertes y sordinas. Como el gato sobre el teclado, cursi delicia de los años treinta, el recuerdo apoya un poco al azar y la música salta de aquí y de allá, ayeres remotos y hoyes de esta mañana (tan cierto, porque Lucas escribe mientras un pianista toca para él desde un disco que rechina y burbujea como si le costara vencer cuarenta años, saltar al aire aún no nacido el día en que grabó Blues in Thirds).
Larga es la lista, Jelly Roll Morton y Wilhelm Backhaus, Monique Haas y Arthur Rubinstein, Bud Powell y Dinu Lipati. Las desmesuradas manos de Alexander Brailovsky, las pequeñitas de Clara Haskil, esa manera de escucharse a sí misma de Margarita Fernández, la espléndida irrupción de Friedrich Guida en los hábitos porteños del cuarenta, Walter Gieseking, Georges Arvanitas, el ignorado pianista de un bar de Kampala, don Sebastián Piaña y sus milongas, Maurizio Pollini y Marian McPartland, entre olvidos no perdonables y razones para cerrar una nomenclatura que acabaría en cansancio, Schnabel, Ingrid Haebler, las noches de Solomon, el bar de Ronnie Scott, en Londres, donde alguien que volvía al piano estuvo a punto de volcar un vaso de cerveza en el pelo de la mujer de Lucas, y ese alguien era Thelonious, Thelonious Sphere, Thelonious Sphere Monk.
A la hora de su muerte, si hay tiempo y lucidez, Lucas pedirá escuchar dos cosas, el último quinteto de Mozart y un cierto solo de piano sobre el tema de “I ain’t got nobody”. Si siente que el tiempo no alcanza, pedirá solamente el disco de piano. Larga es la lista, pero él ya ha elegido. Desde el fondo del tiempo, Earl Hines lo acompañará.
Old Rockin’ Chair – Jack Teagarden/Louis Armstrong
Lady Be Good – Count Basie/Lester Young
Indian – Benny Carter/Kenny Drew
Bebop – Julio Cortazar/Charlie Parker/Kenny Dorham
Seven Come Eleven – Oscar Peterson/Herb Ellis
Lonely Girl – Bill Evans/Tony Bennett
One By One – Idrees Sulieman/Mal Waldron
You Dont Know What Love Is – Dinah Washington
Reminiscing – Art Farmer/Kenny Drew
I’m Glad There Is You – Duke Pearson/Lex Humphries
Samba Do Aviao – Baden Powell/Airto Moreira
I Must Have That Man – Abbey Lincoln
The Phineas Trane – Pat Martino
Pretty Scared – Charlie Haden/Jack DeJohnnette/Pat Metheny
Crescent – Alice Coltrane/Ravi Coltrane
Condition Red – Wayne Shorter/Terri Lyne Carrington
Cortázar amaba el jazz porque “era una música que permitía todas las imaginaciones”. ¿Se puede trasladar esto a la literatura? La respuesta es sí y Rayuela es el mejor ejemplo de esto. No sólo está llena de imágenes y sonidos del jazz, sino que es en sí una impresionante jam session donde el argumento es sólo un pretexto para improvisar, para ir re-creando, cambiando de escala según viene al caso, insertando notas disonantes si le apetece. Es una novela que el mismo autor propone que se lea siguiendo el índice o desordenadamente, en realidad son varias novelas en una.
En Rayuela en los capítulos 10 al 18, se relatan las increíbles y fantásticas sesiones musicales o “discadas” en las que un grupo de amigos denominado “Grupo de la Serpiente” se reunía para escuchar música junto con una conversación filosófico-orientalista que discurría sobre una alfombra musical en la que con absoluta naturalidad Cortázar recurría a su enciclopedismo musical.
Para esta sesión musicalizaremos los textos de Rayuela, de los capítulos mencionados, en los que se hace mención a un músico o a un tema específico que cada uno de los miembros elegía para ser escuchado, y posterior a ello, escucharemos ese tema.
Esta sesión de la quinta disminuida girará alrededor de una serie de videos presentado por Sir George Martin y producido por la BBC. El título del mismo es “El ritmo de la vida” y consta de tres partes; el ritmo, la melodía y la armonía, por lo tanto destinaremos tres programas para abarcar cada una de estas partes.
La música está en todas partes, en todo lo que hacemos, en nuestro trabajo o tiempo libre, celebramos con ella y lloramos con ella, nos ayuda a recordar, y nos consuela cuando queremos olvidar, de hecho, es difícil imaginar una vida sin música. Desde sus inicios, el ser humano ha estado cantando, bailando y tocando música. Nuestro contacto con la música se origina desde las primeras manifestaciones de la gestación de la vida y el ritmo es una de las esencias fundamentales en los inicios. Todos estamos condicionados a reaccionar ante la música desde el momento de nuestro nacimiento, cuando una madre se sienta a mecer a su bebé estamos ante la forma de amor más pura, profunda y divina que existe en el planeta y eso se expresa en su voz cuando le habla al bebé que está en sus brazos, es algo muy poderoso. Nuestra educación musical empieza muy temprano en la vida, los bebés experimentan con los tonos y los ritmos mucho antes de aprender a hablar, esto no debe sorprendernos, pues nuestro contacto con la música empieza en una etapa más temprana. El bebé escucha y siente los latidos de su madre mientras está en su vientre al igual que el constante sonido de su respiración. Y cuando nace adquiere una mayor conciencia de la música y el ritmo, ya que gran parte del tiempo que pasa despierto, es estimulado por el movimiento de sonajeros o se tranquiliza al mecerlo en una cuna y por supuesto también les cantamos canciones de cuna, arrullos.
Los temas seleccionados para compartir con ustedes en esta sesión son los siguientes: