Sopladores de Caña en Baladas


Este programa que hoy comparto con ustedes está dedicado a uno de los instrumentos más representativos y más sensuales del jazz. Es el instrumento ideal para el género, ya que posee la fuerza expresiva de la trompeta y la agilidad del clarinete. El saxo es el único instrumento que reúne estas dos cualidades, que en todos los demás se puede decir que se enfrentan incompatiblemente.
Al igual que las voces en un coro, los saxofones se dividen en soprano, alto, tenor, barítono y bajo. En la sesión de hoy, estaremos con dos de ellos, el saxo alto y el saxo tenor, haciendo un viaje a través de nueve altos y nueve tenores.

  • Don’t Blame Me – Charlie Parker
  • If You Could See Me Now – Sonny Stitt
  • When Joanna Loved Me – Paul Desmond
  • The Shadow of Your Smile – Art Pepper
  • I Hear a Rhapsody – Lee Konitz
  • Goodbye – Cannonball Adderley
  • The Summer Knows – Phil Woods
  • Last Night When We Were Young – Frank Morgan
  • Feelings Of The Heart – Paquito D’Rivera
  • Self Portrait (Of the Bean) – Coleman Hawkins
  • On the Sunny Side of the Street – Lester Young
  • Tenderly – Ben Webster
  • Don’t Explain – Dexter Gordon
  • Too Young To Go Steady – John Coltrane
  • Lush Life – Stan Getz
  • Where Are You? – Sonny Rollins
  • Chelsea Bridge – Joe Henderson
  • Chan’s Song – Michael Brecker

¿Quién hubiera imaginado un abril como este?

El jueves 16 de abril de 2020 se transmitió este programa que hoy comparto con ustedes. Hemos pasado doce abriles desde que la quinta disminuida se comenzó a transmitir a partir de aquel jueves doce de julio de 2007, y en todos esos abriles he abordado diferentes temas relacionados siempre a la esencia de la quinta disminuida, que como todos ustedes lo saben es el jazz. En el año 2011, al iniciar el mes de abril, hice un programa bautizado como “Invierno y Primavera en el jazz” en el que escuchamos a diferentes músicos alternando esos dos conceptos, justamente porque en el hemisferio norte la primavera se manifiesta en este periodo. Los artistas siempre encontraron un gran motivo para escribir, pintar, cantar, fotografiar…en fin, tener una fuente poderosa de inspiración en la primavera. El término viene de “prima” (primer) y vera de (verdor). Astronómicamente, esta estación comienza con el equinoccio de primavera (entre el 20 y el 21 de marzo en el hemisferio norte, y entre el 22 y el 23 de septiembre en el hemisferio sur), y termina con el solsticio de verano (alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 de diciembre en el hemisferio sur).

La sesión de hoy tendrá dos componentes, el mes de abril y, la esperanza que debemos tener para pasar este difícil periodo que nos está tocando vivir. Por eso el programa de hoy lo he titulado como: Quien hubiera imaginado un abril como este?

  • I´ll Remember April – Carmen McRae
  • I´ll Remember April – Sonny Stitt/Oscar Peterson Trio
  • April in Paris – Ella Fitzgerald/Louis Armstrong
  • April in Paris – Count Basie
  • April in My Heart – Billie Holiday
  • April in My Heart – Tony Lakatos Trio
  • Lost April – Nat King Cole/George Shearing
  • Lost April – Bob James Trio
  • April Joy – Pat Metheny Group
  • Song OF Hope – Avishai Cohen
  • The Hope – Flora Purim
  • You Must Believe in Spring – Richard Galliano
  • You Must Believe in Spring – Bill Evans/Tony Bennett
  • Sometimes I’m Happy – Cyrille Aimee/Chicago Jazz Orchestra
  • Sometimes I’m Happy – Joni Mitchell
  • Smile – Gregory Porter
  • Smile – Chick Corea
  • Mask – John Scofield/Bandemic

Billie Holiday tiene que ser oída

El pasado martes 7 de abril, recordamos los ciento cinco años del nacimiento de una de las más importantes intérpretes del jazz de todos los tiempos -sin lugar a dudas la mejor cantante de la historia- Billie Holiday.

Diego Fischerman, siempre acertado en sus textos y comentarios, dice que las cantantes de jazz (sobre todo las mediocres, las que apenas pueden moverse en el discreto círculo del entretenimiento de un hotel de lujo) ponen en escena el deseo en su versión más prosaica y previsible. Los mohínes, los labios extendidos e hinchados hacia el micrófono, los tajos en las faldas, los tacos altísimos, circulan por el catálogo de los fetiches más vulgares y transitados. Algunas cantantes de jazz, sin embargo, fueron más allá del lugar común. La primera de ellas, la más importante, es Billie Holiday. No porque fuera bella ni porque actuara con una sensualidad de una manera más o menos convincente. Billie Holiday construía sus interpretaciones con el mismo material que el deseo. Allí no hay distancia, no se trata de la aplicación de una determinada galería de recursos sobre algo preexistente. No hay división entre el deseo y la canción porque ambos son lo mismo. No es cuestión de la actitud corporal ni del tema. Billie Holiday, cuando cantaba, no hacía casi ninguna otra cosa que cantar. A pesar de su vida trágica, de sus adicciones y de su muerte literaria, a pesar de la autobiografía que se hizo escribir, a pesar del culto que le profesan muchos que apenas la han escuchado y de los que hacen con ella una discutible interpretación basada en la extraña alquimia entre genio y decadencia, Billie Holiday tiene que ser oída. El timbre, el color de esa voz, su rugosidad, con esa clase de belleza que atraviesa lo extraño y que roza (es apenas una cuestión de matices) lo desagradable, son, a la vez, materia, materia del deseo, en estado puro.

  • Your Mother’s Son-in-Law
  • Saddest Tale
  • Twenty-four Hours a Day
  • Summertime
  • He Ain’t Got Rhythm
  • Travlin All Alone
  • April in My Heart
  • I’m Gonna Lock My Heart (And throw away the key)
  • Strange Fruit
  • Night And Day
  • Gloomy Sunday
  • Trav´lin Light
  • Don’t Explain
  • Solitude
  • You Got To My Head
  • My Man
  • Fine and Mellow
  • God Bless The Child
  • Comes Love
  • I´m a Fool To Want You
  • (I loves you) Porgy
  • Just One More Chance

La Quinta Compartida II

 


En esta cuarentena, comparto con ustedes la segunda parte del programa en el cual fueron ustedes los protagonistas con una excelente selección de temas.
Antes de ello un homenaje póstumo a tres músicos de jazz que partieron de este mundo en la semana entre el 30 de marzo y el 2 de abril.

  • Swinging at the Haven – Ellis Marsalis and Family
  • Bewitched, Bothered and Bewilder – Bucky Pizzarelli/John Pizzarelli
  • Why Should There Be Stars – Wallace Roney
  • Naima – John Coltrane
  • On the Sunny Side of The Street – Dave Brubeck
  • You Don’t Know What Love Is – Billie Holliday
  • Bebop – Charlie Parker
  • Breezin – George Benson
  • Give Me The Night – George Benson
  • La Sagesse – Sheila Chandra
  • Song For My Father – Horace Silver
  • Take Five – Michel Camilo
  • Take Five/Blue Rondo a la Turk – Al Jarreau
  • Someone To Watch Over Me – Tommy Flanagan
  • It Could Happen To You – Chet Baker
  • Summertime – Nina Hagen
  • Sahara – Rabih Abou-Khalil

El Gran Sacerdote del Bebop

Thelonious Monk siempre fue consciente de su originalidad y cuando se le preguntaba de quién provenía su estilo, a quién reconocía como su maestro, no dudaba en responder: «De mí mismo, naturalmente» Si bien sus métodos de composición han ejercido un influjo profundo y duradero sobre el curso del Jazz contemporáneo, Monk es singular en cuanto que no ha atraído a una legión de imitadores serviles. Como el mismo lo explica en su modalidad lacónica “los músicos tocan mis melodías pero no pueden tocar en mi estilo”. “Cuando escribo música, no pienso en las notas mismas o en el efecto que mi composición tendrá sobre el público, me limito a pensar en la música” dice Monk. Como compositor, escribió los temas más originales de su tiempo, con acentos sin orden aparente y terminaciones de frases con las notas más inesperadas.

La música de Monk es una música de tensiones y asimetrías, de angularidades. Sus fraseos no responden necesariamente a las líneas del Bebop, el temperamento y vitalidad con que encara sus improvisaciones, le permiten un trato despreocupado de las estructuras armónicas. Monk trazó nuevos caminos a principios de los años cuarenta, que no fueron comprendidos sino hasta la segunda mitad de los 50. Sin lugar a dudas su aporte fue determinante para el desarrollo del jazz moderno. Monk es uno de los genios más singulares que ha dado el Jazz, el que mezcla con acierto consonancia y disonancia, tradición y vanguardia; pero también uno de los más excéntricos, un hombre silencioso, como ausente, del que recuerda su hijo: «Como era un tipo tan introvertido, no reaccionaba en el momento ante las cosas que le hacían daño. Pero todo eso se iba acumulando, hasta que entraba en hondos pozos depresivos de los que no había cómo sacarlo. Pasaba de estallidos de euforia a profundos bajones. En esos momentos la gente que estaba cerca le huía. Era algo muy duro para los que lo queríamos. ¿Sabes lo que es mirar a tu propio padre a los ojos y darte cuenta de que ni siquiera te reconoce? Al final tuvimos que hospitalizarlo, a mediados de los años sesenta».

  • Nice Work If You Can Get It – Joe Guy´s Jam Session
  • I Found a Millon Dollar Baby – Joe Guy´s Jam Session
  • On the Bean – Coleman Hawkins/Thelonious Monk
  • Thelonious – Thelonious Monk
  • Introspection – Thelonious Monk
  • Round Midnight – Thelonious Monk
  • Mohawk – Charlie Parker/Dizzy Gillespie
  • Criss Cross – Thelonious Monk
  • Misterioso – Thelonious Monk
  • Evidence – Thelonious Monk
  • Blue Monk – Thelonious Monk
  • The Man I Love – Miles Davis and the Modern Jazz Giants
  • It Dont Mean a Thing – Thelonious Monk
  • On The Bean – Coleman Hawkins
  • Epistrophy – Thelonious Monk
  • Pannonica – Thelonious Monk
  • Ruby, My Dear – Thelonious Monk