El Arte de la Improvisación

Dicen que el músico expresa su propia personalidad en sus composiciones. Que en sus interpretaciones deja señales suficientes de su personalidad y estado de ánimo, eso es precisamente lo que hace Keith Jarrett en cada una de sus interpretaciones con las cuales uno aprende a gozar del jazz.

Para muchos, Keith Jarrett, tiene la consideración de un gran improvisador; en cualquier caso, un excelente pianista que parece mirarse para adentro en cada pieza que interpreta. Su postura física ante el piano, que por momentos recuerda a la de Bill Evans, es elocuente al respecto; suele recogerse sobre sí mismo para formar una pieza única, para confundirse con el instrumento pero también se levanta, gesticula, emite sonidos y nunca deja de interpretar una partitura corporal que parece querer ganar protagonismo al sonido que arranca del propio piano, en ocasiones parece escenificar una especie de combate entre el ejército de teclas y cuerdas y él mismo.

Keith Jarret impresionó nada menos que a Miles Davis, y él mismo recordaba cómo fue ese encuentro:

“A finales de los años sesenta, Miles Davis solía aparecer por los clubes en los que yo actuaba con mi trío, ya fuera en París o en Nueva York. Parecía sentir curiosidad por algo. En cierta ocasión, fue con su quinteto a un minúsculo club de la orilla izquierda de París llamado Le Camilion, con capacidad para unos diez espectadores, para ver a mi trío, formado por aquel entonces por Aldo Romano a la batería y J. F. Jenny-Clark al contrabajo. El club estaba en el sótano de un pequeño bar que, sin embargo, era mayor que la estancia donde actuábamos. El local tenía un piano de pared espantoso, y a menudo nos dedicábamos a experimentar con la “improvisación libre”(a veces, el pésimo estado del piano era de gran ayuda para tocar esa música). Mi trío estadounidense, formado por Charlie Haden y Paul Motian, trabajaba constantemente en el terreno de la “improvisación libre”, aunque esta faceta no haya quedado adecuadamente recogida en las grabaciones que hicimos. Miles también vio actuar varias veces a esta formación en diferentes clubes. Los años sesenta fueron una época importante para el free. Ornette Coleman y Don Cherry habían despuntado a finales de los años cincuenta junto con Paul Bley, Jimmy Giuffre y, más tarde, toda la corriente “vanguardista”. Algunos de esos músicos ni siquiera sabían tocar, pero aquello no tenía demasiada importancia, y de ellos aprendí unas cuantas cosas en términos de tiempo y espacio. Ornette había partido de la complejidad cada vez mayor característica del período posterior al bebop para abrir nuevos caminos, y los músicos jóvenes se atrevían con todo. Fueron años de una gran vitalidad. Después de un pase especialmente free en Le Camilion, Miles me hizo un gesto para que me acercara a su mesa (creo recordar que nadie bebía nada) y me preguntó: “¿Cómo lo haces?”. “¿El qué?”, respondí. “Tocar a partir de la nada”, comentó. “No lo sé —le dije—Lo hago. Ya está”. Miles estaba anonadado ante aquella presunta facilidad mía para crear en tiempo real, sin un material previo. Sin embargo, y a pesar de que había escuchado mucha improvisación libre en el pasado, creo que advertía en mi manera de tocar una mezcla única de improvisación libre y de composición espontánea, una combinación que acabaría copando mi vertiente profesional, sobre todo en los conciertos en solitario”

  • My Romance – Art Blakey y los New Jazz Messengers
  • Sorcery – Charles Lloyd
  • Everything I Love – Keith Jarrett Trio
  • My Back Pages – Keith Jarrett Trio
  • Directions – Miles Davis
  • In your Quiet Place – Gary Burton/Keith Jarrett
  • Expectations – Keith Jarrett
  • So tender Airto – Moreira
  • Koln Concert Part I (Extracto) – Keith Jarrett
  • Blackberry Winter – Keith Jarrett
  • Country – Keith Jarrett
  • The Masquerade is Over – Keith Jarrett Trio
  • Dancing (Extracto) – Keith Jarrett Trio
  • Allemande (Suite # 7 en SibM) – Keith Jarrett
  • Blackbird Bye Bye – Keith Jarrett Trio
  • John’s Abbey – Keith Jarrett Trio
  • Be My Love – Keith Jarrett
  • My Foolish Heart – Keith Jarrett Trio

El rockero más Jazzero


Posiblemente Carlos Santana sea el rockero más respetado por importantes músicos de jazz. No por casualidad Miles Davis se refiere al mexicano con las siguientes palabras en su autobiografía:
“Bitches Brew se vendió más deprisa que cualquier otro de mis álbumes y de él se vendieron más ejemplares que de cualquier otro de álbum de jazz de la historia. Todo el mundo estaba excitado porque muchísimos jóvenes fans del rock compraban el álbum y hablaban de él. Por lo tanto, era bueno. A lo largo de aquel verano fui de gira y actué en las salas de rock con Carlos Santana, el guitarrista chicano que toca rock latino. Aquel tipo tocaba increíble. Me gustaba su estilo, y además es una persona encantadora. Aquel verano nos conocimos muy bien y siempre hemos seguido en contacto. Ambos grabábamos para la Columbia. Yo abría los conciertos para Carlos, y lo hacía a gusto porque ya digo que lo suyo me encantaba. Incluso cuando no tocábamos juntos, si yo me encontraba en la misma ciudad donde él tocaba no me perdía sus actuaciones. Me parece que por aquellos días estaba grabando su álbum Abraxas, y yo solía acudir al estudio para oír lo que hacía. Me dijo que lo había aprendido todo sobre el uso del silencio en su música escuchándome a mí”.

  • Stone Flower – Santana
  • A Love Supreme – Carlos Santana/John McLaughlin
  • Your´s Is The Light – Santana
  • Aspirations – Santana
  • Bliss The Eternal Now – Carlos Santana/Alice Coltrane
  • Jim Jeannie – Carlos Santana
  • Love Theme from Spartacus – Carlos Santana
  • Red Prophet – Santana
  • Man With The Copper Fingers – Weather Report
  • Shhh – Carlos Santana/Wayne Shorter
  • Burn – Carlos Santama/Robben Ford/Miles Davis/Bob Berg
  • Afro Blue – Shorter/ Corea/ Coltrane/ McLaughlin/Hancock/ Santana
  • Naima – Carlos Santana/John McLaughlin
  • Señor C.S. – John McLaughlin

El poder de las frecuencias graves

Para la sesión de hoy, he preparado un programa dedicado a uno de los músicos de sesión más importantes en la actualidad llamado Anthony Jackson. Un bajista maravilloso con una carrera de más de cuarenta años. Un músico que amplió el horizonte de su instrumento hasta el límite. Un bajista con un sonido propio, individual y absolutamente reconocible. Un bajista de un sonido poderoso, metálico, limpio y envolvente.

Nació un 23 de junio de 1952 en Nueva York y está considerado como uno de los bajistas más importantes de la historia, ya que fue capaz de ampliar los límites técnicos e idiomáticos de su instrumento, siendo clave en la legitimación de su uso en círculos jazzísticos, todo ello teniendo en cuenta que su carrera no se ha desarrollado sólo en el jazz, sino en todos los campos musicales posibles, desde el rock (Paul Simon) hasta el pop más comercial.

Comenzó estudiando piano pero pronto se pasó a la guitarra, llegando a recibir clases del gran Pat Martino y finalmente, influenciado por el legendario bajista de la Motown, James Jamerson, adoptó el bajo eléctrico como su instrumento definitivo.

Los temas que quiero compartir con ustedes, corresponden a una simple pincelada de la extensísima carrera de este maestro del bajo eléctrico.

  • Nite Sprite – Chick Corea
  • Race With The Devil On a Spanish Highway – Al Di Meola
  • On My Way To The Liqour Store – David Spinozza
  • Cassidae – John Scofield
  • Where´s Mumphrey – Steve Kahn
  • Not Yet – Michel Camilo
  • Master Plan – Dave Weckl
  • Last Time I Saw You – Arturo Sandoval
  • Nuits Desaint Germain Des Pres – Bireli Lagrene
  • Bom Bom Bom – Tania Maria
  • Little Peace In C For U – Michel Petrucciani
  • Cool – Fahir Atakoglu
  • Inner Power – Anthony Jackson/Yiorgos Fakanas
  • Take Me Away – Hiromi Uehara